Elisabeth de Bélgica tiene el 'look' de invitada perfecto

Elisabeth de Bélgica tiene el 'look' de invitada perfecto

Un año más, la familia real belga ha visitado la catedral de Santa Gúdula en Bruselas para celebrar el Día Nacional de Bélgica. Bajo la lluvia que asolaba la capital, han llegado los reyes Felipe y Matilde acompañados por sus cuatro hijos. La princesa heredera Elisabeth, de 20 años; el príncipe Gabriel, de 18; Emmanuel, de 16, y la princesa Eléonore; de 14. Los atuendos de las tres mujeres de la familia contrastaban con el día gris poniendo una nota de color en clave tablero de parchís: la reina Matilde eligió el amarillo, Eléonore el azul y Elisabeth el rojo. Y fue esta última, heredera al trono, quien acaparó mayor atención por lo acertado de su estilismo.

Victoria Beckham firma el vestido rojo de bajo asimétrico que escogió para la ocasión, una creación que combinó con una diadema ancha en el mismo tono. La heredera lo completó con salones de color nude de Jimmy Choo, el mismo color de calzado elegido por su madre y su hermana, y un clutch dorado que había lucido anteriormente la reina Matilde. Como joyas estrenó un anillo y unos pendientes largos de Christine Bekaert.

El look se convierte así es inspiración para cualquier invitada que esté en busca y captura de ideas para la temporada BBC (bodas, bautizos y comuniones). De hecho, resulta una opción apropiada para distintos eventos tanto por el color como por los complementos. La frescura de una diadema frente al clásico tocado lo convierten en un accesorio adecuado tanto para bodas de día como de noche. El ‘sello invitada’ de su apuesta queda reforzado por la aparición de su hermano, el príncipe Emmanuel, que lucía una corbata en el mismo rojo que su vestido como mandaban las reglas no escritas de las parejas de invitados hace unos años (esta peregrina idea ya ha pasado a mejor vida en la actualidad).

Con esta aparición, la princesa Elisabeth se postula como posible icono de estilo de la realeza europea como ya lo fuera su abuela, la reina Paola de Bélgica, que rivalizó en elegancia con las más mujeres más sofisticadas de la época como Grace Kelly. Nacida en Italia en el seno de una de las familias nobles más conocidas del país, los Ruffo di Calabria, con 22 años contrajo matrimonio con Alberto de Bélgica. Aunque formaba parte de una Casa Real, Paola siempre fue un espíritu libre que adoraba las minifaldas, los sombreros de todo tipo, las gafas de sol, los vestidos con escote en la espalda, el estampado animal y los recogidos atrevidos. Quizá ahora su nieta tome el relevo de esa pasión por la moda y el estilo propio.



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