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La gran Ainhoa Arteta vuelve a los escenarios, en este caso al Teatro de la Zarzuela de Madrid con ‘Trato de favor’ (obra escrita por Boris Izaguirre) nos devuelve a una de las mejores cantantes líricas de nuestro país. Y digo que nos devuelve porque debido al Covid la cantante estuvo al borde de la muerte. Una experiencia muy dura que asegura le ha enseñado a saborear más la vida, a pasar más tiempo con los suyos, con Sarah e Iker, sus dos hijos, y con su padre, que a sus 88 años sigue los pasos de su hija con el mismo entusiasmo de cuando siendo una adolescente decidió regalarle un disco de María Callas para que escuchara a la gran diva del bel canto.
«Tiene unos números maravillosos. Es una zarzuela que no va a dejar indiferente a nadie. Hay mucho de Broadway, de Hollywood, incluso me atrevería a decir que hay cosas de sus bandas sonoras, lo que supone una novedad», nos cuenta sobre la obra, en la que intrepreta al personaje principal: Ana Mía. «Un papel de los más disparatados que he hecho» y con el que se está «riendo mucho», nos asegura.
Ainhoa reconoce que «en el escenario, impongo mi rol pero cuando estoy fuera del escenario soy Ainhoa, la amiga, la madre, alguien normal». Lleva el ADN vasco y confiesa que los vascos son «muy nobles pero un poco brutos. No tenemos dobleces». Una tierra en la que sigue conservando sus amigos de toda la vida. «En mi época de 12-13 años, mi padre hizo un coro de chicos y chicas y siempre digo que a través del coro consiguió que todos vibrásemos con la misma pieza. Sigo teniendo a mis amigas del coro, nos seguimos juntando, cantamos», explica. Precisamente, su familia y sus amigas son su refugio.
Sus padres también son las personas que más han influido en ella. «Mi madre, a nivel profesional y personal, porque estuvo al pie del cañón todo el tiempo. A nivel profesional, mi padre es un gran ejemplo, todavía está ahí con 88 años y es el primero que se levanta por la mañana y se da una ducha de agua fría. La disciplina de mi padre me ha ayudado mucho«, confiesa Ainhoa.
Durante sus giras por medio mundo, el estar alejada de sus padres y sus hijos le creaba un sentimiento de culpabilidad. «Mis hijos y mis padres han sido conscientes de que no lo he hecho porque no quería estar con ellos, sino porque la profesión es lo que es», nos cuenta. Ainhoa no cree que ninguno de sus hijos vaya a seguir sus pasos: «No, en lírico ni hablar. A mi hija le encanta cantar; no sé qué hará, dónde llegará. Mis hijos han vivido a la sombra de mi carrera, pero cuando les he dicho: ‘Lo voy a dejar porque esto no puede ser’, me dicen ‘por favor, no lo dejes’, son conscientes de que esto a mí me hace feliz. Un día mi hija me dijo: ‘¿Qué harías si lo dejas? No te veo en otra situación, te veo feliz cuando estás en un teatro'».
La vida de Ainhoa dio un giro de 180% en 2021 cuando estuvo a punto de morir por Covid. Perdió un dedo de la mano y otro del pie. «Tengo una operación más que hacerme, me sigue doliendo, vivo con un dolor continuo, pero estoy viva», sentencia. «¿Qué fue lo más doloroso: las heridas físicas o perder a su pareja?», le pregunta Rosa Villacastín. A lo que Ainhoa contesta con total sinceridad: «Creo que no solo fue lo de él, sino todo en general: lo emocional, lo físico, lo soportas, perder la voz… Ahí sí que me planteaba, ¿qué voy a hacer?, ¿cómo voy a pagar todos los gastos que tengo? Eso sí me afectó mucho».
La soprano afirma que «casi había sido un milagro que estuviera viva; me agarraba a eso y por algún motivo, estoy aquí». Además se dclara «muy pro» de ir al psicólogo. «He vivido muchos años en los Estados Unidos, en Nueva York, y es lo habitual. A raíz del Covid se ha ido normalizando esta historia gracias a Dios, contando los problemas a otra persona es como poner tus angustias en una mesa y poder verlos desde la distancia. La consulta con un profesional te ayuda a discernir y a no volverte loca», nos dice.
Ainhoa no sabría decir si es una mujer nueva tras superar el Covid, pero «sí distinta. Cuando te pasa una cosa así, las prioridades te cambian. Ahora no veo la tele, ni las noticias, porque no puedo asimilar en mi vida cosas tóxicas, estoy siendo más selectiva».
La artista participó en la quinta edición de ‘MasterChef Celebrity’, una experiencia que le encantó vivir. «Fui porque no había trabajo durante el Covid. Fue una experiencia estupenda. Ahora cuando voy a un restaurante, siento gran respeto por el trabajo de los cocineros«, nos desvela.
Su foto favorita
«Me encanta esta foto porque estoy con mi hija y uno de mis grandes amores: mis caballos», nos cuenta la artista.
Entrevista realizada en el Teatro de la Zarzuela. C/ de Jovellanos, 4 Madrid.
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