Dicen que desde el funeral de la reina Fabiola en 2014 no se prestaba a la familia real tanta atención en la televisión belga como hoy con motivo de los fastos por la mayoría de edad de la princesa Isabel. La hija de los reyes Felipe I y Matilde de Bélgica, heredera del trono belga, ha cumplido este viernes 18 años, y para celebrarlo ha regresado a su país desde Gales, donde se encuentra cursando sus estudios de Bachillerato, para asistir a la gran fiesta que la casa real ha dado en el palacio real de Bruselas.
Gracias a la retransmisión en directo que ha hecho la cadena público, todos los belgas han podido disfrutar del cumpleaños, amenizado por la actuación de Blanche, una cantante belga famosa por haber representado a Bélgica en la edición de Eurovisión de 2017, y de la que la princesa Isabel es fan; así como de un miniconcierto de los violinistas Lorenzo Gatto y Sylvia Huang -la princesa heredera es muy aficionada a la música clásica- y una actuación de la Escuela Real de Ballet de Amberes.
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Tanto el resto de miembros de la familia real como algunos de sus viejos profesores, representantes políticos y jóvenes belgas de su misma edad han acompañado en su gran día a la princesa, que ha llegado con sus padres al salón del trono del palacio, luciendo un elegante vestido blanco de Natan, una de las firmas favoritas de la reina Matilde. Allí, la princesa ha sido recibida por los invitados con un gran aplauso y, luego, por los elogios de su padre, el rey Felipe II, que ha pronunciado un discurso en su honor. “Querida Isabel, tu madre y yo estamos muy contentos de que seas nuestra hija. Estamos muy orgullosos de ti”, le ha dicho.
Según la revista belga Le Soir, el cumpleaños se prolongará durante el fin de semana con una cena y un baile en el castillo de Laeken, donde Isabel de Bélgica podrá disfrutar en privado de la compañía de sus familiares y sus amigos, mientras que esta tarde asistirá con sus padres a un concierto en su honor.
Cabe por último añadir que la princesa ha rechazado el principal regalo que le esperaba llegado el día de su mayoría de edad: los 920.000 euros anuales que le corresponderían para sus gastos como heredera. En lugar de aceptarlos y asumir a cambio sus compromisos públicos a tiempo completo, Isabel de Bélgica ha preferido seguir estudiando, una decisión que, puesto que ella es la mayor de las princesas herederas de Europa, podría servir de ejemplo a otras como la princesa de Asturias o a la de Orange.
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