Los Duques de Sussex están atravesando un momento complicado. Desde que Meghan Markle se enamorase del príncipe Harry y entrase, de lleno, en la Familia Real de Inglaterra, la presión mediática le ha podido. Tanto que la pareja real se va a tomar una semanas de descanso familiar, sin programar ningún acto oficial en sus agendas para alejarse de la atención mediática a la que se han visto sometidos desde que se anunciara su compromiso oficial en noviembre de 2017. Esta presión mediática podría estar afectando tanto a Meghan que incluso el príncipe Harry salió en su defensa de manera pública acusando a ciertos medios de estar sometiendo al mismo acoso y persecución mediática que sufrió su madre, Diana de Gales.
Su distanciamiento de la Familia Real es evidente, y no solo porque se hayan mudado a Frogmore Cottage, a varios kilómetros de Windsord, donde precisamente la propia Reina de Inglaterra les visitaba recientemente. Ahora ha salido a la luz que Meghan y Harry no pasarán las fiestas de Navidad junto a la Familia Real. Aunque no se especifica dónde pasarán estos días tan especiales, sí se dice que será con la madre de la Duquesa, Doria Ragland.
Esta será la segunda vez que el príncipe Harry se aleje de su familia en estas fechas, aunque la primera vez fue en 2012 cuando estaba destinado en Afganistán. El resto de sus fiestas, siempre, las ha pasado con la Reina en Sandringham.
La Navidad en la Familia Real es muy cuadriculada: Todo está organizado, desde el desayuno hasta la hora de irse a la cama, y participan en varias tradiciones, desde el paseo a la iglesia de Santa María Magdalena hasta ver el discurso televisado de la Reina.
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