El truco del té: así lograron que el faldón del bautizo de los hijos de Kate Middleton y otros ‘royals’ pareciera antiguo

El truco del té: así lograron que el faldón del bautizo de los hijos de Kate Middleton y otros ‘royals’ pareciera antiguo

Angela Kelly, la diseñadora de confianza de Isabel II, acaba de publicar un libro de anécdotas sobre la familia real británica titulado The Other Side of the Coin: The Queen, the Dresser and the Wardrobe. En una de las historias más curiosas, que la modista ha vivido en primera persona, Kelly revela el secreto sobre cómo se hizo la réplica del traje bautismal original que han llevado solo los más pequeños de la familia.

Como en la mayoría de las monarquías europeas, la familia real británica tiene un faldón bautismal muy especial que pasa de generación en generación y todos los miembros de la familia llevan después de nacer. El de Reino Unido databa de 1840 y fue encargado por la reina Victoria para el bautismo de su primer hijo, el príncipe Eduardo. Después de él, lo han llevado numerosos miembros de la familia, hasta llegar a un total de 62, entre los que se encuentran seis reyes.

La última persona que llevó el original fue Lady Louise Windsor, en el año 2004. Entonces, hubo consenso entre la familia y se decidió que el delicado encaje de la prenda estaba muy desgastado, por lo que debía ser sustituida por otra completamente nueva. Entonces comenzó la odisea para Angela Kelly.

La modista viajó hasta Italia con la intención de conseguir el mejor encaje con el que realizar la delicada prenda, –todas suelen estar confeccionadas en algodón de batista–. Después tuvieron que llevarlo de vuelta hasta Reino Unido, algo que hizo junto con la ayuda de Barbara Buckfield. “Juntas, buscamos el encaje adecuado para complementar el que trajimos de Italia”, afirma la propia autora en el libro.

Para conseguir que el vestidito pareciera de la misma tela que el original lo tiñeron con té negro, en concreto de la marca Yorkshire, que es el más fuerte. “Pusimos cada pequeña pieza de encaje en un cuenco y lo llenamos con agua fría y una bolsita de té. Dejamos cada pieza unos cinco minutos, mientras comprobábamos que la regularidad del color fuera perfecta”.

El proceso duró unos nueve meses en total y la reina se involucró por completo en el proceso, “su majestad estaba implicada en ver cómo se desarrollaba todo”. Encargado directamente por la reina, Angela no podía dar un paso más en la confección del vestidito si la monarca no daba su visto bueno. Así, cada parte que cosía a la tela principal, se la enseñana a Isabel II antes de coser la siguiente.

Una vez terminada la obra de alta costura, el primer privilegiado que la llevó fue Jacobo Mountbatten-Windsor, el hijo menor de Eduardo de Wessex, en abril de 2008. Después de él, lo han llevado numerosos miembros de la familia real que han ido naciendo, entre los que obviamente se encuentran el príncipe George y sus hermanos Charlotte y Luis o Archie de Sussex.


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