Este fin de semana nos ha dejado varios enlaces célebres. Aquí, en España, el de Rafa Nadal y Mery Perelló ha acaparado toda la atención, pero varios miles de kilómetros más lejos, en París tenía lugar otra boda muy especial. Se trata del enlace que ha unido a Jean-Christophe Napoleón y la condesa Olympia de Austria.
Una celebración en la imponente catedral de los Inválidos en París que ha reunido a gran cantidad de royals y socialites. Entre los invitados se encontraban Olympia de Grecia, Beatriz de York y la siempre estilosa Sassa de Osma. Entre tanta invitada con clase era muy difícil, casi imposible, destacar. No para Alana Bunte, mujer del príncipe Casimir zu Sayn Wittgenstein que con muy poco, se posicionó como una de las más elegantes de la boda.
La exmodelo eligió un sencillo traje en color malva, de manga larga y corte midi con un original escote cuadrado para acudir a una de las bodas del año. Lo combinó con un collar de perlas ceñido al cuello y una cartera de mano pequeña de piel de cocodrilo. Remató el conjunto con un casquete de gran volumen en azul marino y unos zapatos de tacón a juego.
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Estos dos complementos de clara referencia vintage le daban el toque de distinción a un look que con muy poco decía mucho. Una prueba de que si las tres piezas que componen un conjunto están muy bien escogidas no necesitas nada más para destacar.
Alana y el príncipe Casimir, quien estuvo casado con la princesa Corinna hasta 2005, se conocieron en Londres en 2015 y se dieron el ‘sí, quiero’ el pasado mes de junio en el castillo del siglo XII de Schloss Sayn, en Bendorf, Alemania. Alana Bunte, nacida en California, ejerció como modelo y ha estudiado Arte y Diseño en la Universidad de Artes de Londres y en la Escuela Saint Martins. En su boda ya demostró que la clave de su estilo era la impecable sencillez con un vestido de manga larga y cuello cerrado, sin ningún tipo de encaje u ornamento, y una acertada tiara.
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