Meghan Markle fue la gran ausente en la coronación de Carlos III el pasado 6 de mayo. Las imágenes del príncipe Harry entrando solo en la abadía de Westminster ya forman parte de la historia. La esperada fotografía de ambos juntos ha tenido que esperar y se ha producido en Nueva York. La pareja voló a la costa este para recibir el premio Women of Vision otorgado por la Ms. Foundation for Women, que reconoce la lucha de Markle contra el racismo y sus esfuerzos por empoderar a la mujer.
La duquesa de Sussex se vistió al más puro estilo Hollywood para atraer todas las miradas: escogió un vestido midi en color dorado firmado por Johanna Ortiz que destaca por su escote palabra de honor, su silueta ajustada con un detalle cut out en la cintura y una abertura delantera en la falda. Un vestido realizado en jacquard dorado que perfectamente habría podido llevar a cualquier alfombra roja de Hollywood.
Como complementos, Meghan apostó también por el color dorado (siguiendo los pasos de la reina Letizia, que lucía un bolso dorado y zapatos a juego hace solo unos días). Meghan lució el clutch Metropolitan Insignia de Carolina Herrera y unas sandalias de tacón minimalistas con una fina tira en el empeine y pulsera en el tobillo.
Meghan Markle y el vestido dorado a lo ‘actriz de Hollywood’
Con este look, Meghan Markle confirmó que su estilo ahora es la síntesis perfecta entre el estilo sofisticado al que dio forma durante su vida royal y el glamour hollywoodiense que tanto echaba de menos durante sus años en Reino Unido. Un estilo old Hollywood que quiso enfatizar con su look beauty, en el que destacaba su larga melena suelta y con grandes ondas.
Mención especial merecen sus joyas. Meghan completó el look con unos pequeños aros de J.Crew y la pulsera de oro Love de Cartier, sobre la que mucho se ha especulado si se la regaló el príncipe Harry al poco de conocerse o si, por el contrario, es una de las pocas joyas que conserva de su matrimonio con Trevor Engelson.
Sin duda, este look es toda una declaración de intenciones, con el que Meghan Markle ha querido enviar un importante mensaje de seguridad en sí misma y fortaleza vistiendo de dorado. Y de paso dejando claro que su vida está en Estados Unidos y su tarea más importante es la lucha contra el racismo y en favor de los derechos de la mujer.
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