Resulta difícil que Penélope Cruz no brille en una alfombra roja, pero hay ocasiones en las que se convierte en la estrella indiscutible, dando un golpe de efecto con looks que solo ella es capaz de defender. Y anoche fue una de esas veces. La actriz española viajó a Roma para participar en los premios de cine más importantes de Italia, los David Di Donatello, y acertó con un vestido negro de lunares blancos de Dolce & Gabbana.
Penélope, nominada en la categoría de Mejor Actriz Protagonista por su papel en L’Immensità, del director Emanuele Crialese, sorprendió con un estilismo de lo más flamenco firmado por una de las marcas italianas más destacadas, Dolce & Gabbana. Escogió un vestido largo negro con lunares blancos que destacaba por los detalles drapeados en la cintura (el truco infalible que siempre favorece a la altura del abdomen), las transparencias y una gran abertura en la falda y el escote en V.
La actriz, que estuvo arropada por su amiga Goya Toledo, demostró una vez más que nadie mejor que ella para llevar los escotes profundos que se han abierto paso entre las tendencias de la temporada. En este caso, un profundo escote en V que prácticamente se fundía con el drapeado de la cintura y que estilizaba gracias a los tirantes anchos.
Cruz dio un toque aún más flamenco a su look con su elección beauty. La actriz recogió su pelo en un moño que adornó con dos grandes flores rojas en el lateral. El rojo fue también el tono protagonista de su maquillaje: destacó sus ojos con tonos tierra y cedió todo el protagonismo a los labios vistiéndolos del mismo tono rojo que las flores de su pelo, a juego también con su manicura.
Como accesorios, Penélope se rindió una vez más a las plataformas, su truco favorito para ganar centímetros de altura y brillar en las alfombras rojas. En este caso apostó por unas sandalias de tira ancha con pulsera al tobillo y tacón perfectas para este vestido con una gran abertura lateral que prácticamente alcanzaba la cintura.
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