Pese a estar divorciados, Antonio Banderas y Melanie Griffith fueron durante años una de la parejas más memorables del Hollywood reciente. Pero aunque es sobradamente conocido el cómo se conocieron —en el rodaje de Two Much en 1995—, menos se sabe de cuándo puso Banderas sus ojos en Griffith por primera vez.
El actor español lo recuerda ahora en una extenda (y recomendada) entrevista con el periodista Bilge Ebiri para Vulture. Para ello, Banderas se remonta a la gala de los Oscar de 1989, cuando él y Pedro Almodóvar asistieron al Shrine Auditorium de Los Angeles con la película Mujeres al borde de un ataque de nervios, nominada a la estatuilla a la Mejor Película Extranjera —que por desgracia para ellos se acabó llevando la danesa Pelle el conquistador.
"Entramos en la alfombra roja y vi a una mujer rubia que conocía porque había visto películas de ella, pero en aquel momento no podía recordar su nombre", cuenta Banderas en su entrevista. "Así que le dije a Pedro, ‘¿Quién es? ¿Quién es? ¿Cómo se llama?’. Pedro dijo, ‘¡Esa es Melanie Griffith!’. Y yo dije, ‘Eso es. Oh, Dios mío’. Seis años después, estaba casado con ella".
Banderas también recuerda que Griffith fue uno de los engranajes clave de sus primeros años en Hollywood. El actor dice en su conversación con Ebiri haberse sentido extraño al llegar a Los Ángeles, sobre todo fuera del set de rodaje cuando no tenía un guion delante —o a un traductor que le ayudara a comunicarse con sus compañeros de trabajo.
"Recuerdo que era agotador tener una vida social en Hollywood", añade Banderas. "Una vez conocí a Melanie y nos casamos, nos quedábamos en casa la mayor parte del tiempo porque yo podía entenderla a ella. [Pero] cuando salíamos fuera, para mí suponía mucho trabajo. Mucho trabajo para tener que hablar, y hablar, y hablar".
Banderas asegura que todo lo que ocurrió en aquellos años pasó muy rápido: "Mi vida era frenética y fascinante si la miro en retrospectiva. Recuerdo esos años como una época muy efervescente y preciosa. Ya no estoy casado con Melanie, pero es mi familia. Ella es probablemente una de mis mejores amigas, sino la mejor. Mi familia está allí: Dakota [Johnson], la pequeña Stella y Alexander".
Aunque quizá el detalle más curioso tiene que ver con los apodos que Griffith y Banderas se han intercambiado durante años: "Melanie me llamaba Negrito. Y yo solía llamarla Rubia. […] No sé por qué ella me llamaba así, pero me llamaba Negrito. Nunca le había dicho esto a nadie. Eres la primera persona, de hecho. Y Dakota me llamaba Paponio, lo cual es una mezcla entre papá y Antonio. Soy su papá Antonio, así que Paponio".
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