La princesa Charlène de Mónaco se ha reincorporado a la vida pública tras recuperarse de los problemas de salud que la han tenido alejada de los actos oficiales. La pudimos ver en las celebraciones el Día Nacional de Mónaco con un impecable vestido blanco y este 10 de diciembre ha sido la protagonista de un acto de la fundación que lleva su nombre, lo que nos ha permitido ver otro de sus elegantes looks.
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A pocos días de las celebraciones más señaladas de diciembre ha tenido lugar la Gala de Navidad de la Fundación Princesa de Mónaco en en el Hall Belle Epoque del Hotel Hermitage, en Mónaco. Para esta ocasión la esposa de Alberto de Mónaco ha estrenado una elegante creación de la diseñadora venezolana Carolina Herrera. Se trata de un vestido sin mangas en color azul marino, confeccionado en tul, que deja la parte de los hombros al descubierto a través de un tejido transparente. El vestido se entalla en la cintura favoreciendo la figura de la Princesa y creando desde este punto una voluminosa falda evasé.
El diseño escogido por la exnadadora tiene un detalle de lentejuelas que resulta muy favorecedor. Se trata de un patrón que parte desde un lado de la cintura y se dispersa en todas direcciones hasta alcanzar la cadera y la parte alta del pecho. Charlène ha acompañado este impresionante diseño solo con una sencilla cartera de mano, dejando el protagonismo del estilismo a esta fascinante pieza. En cuanto a las joyas también ha apostado por el minimalismo y ha seleccionado unos pequeños pendientes de piedras. Se ha resguardado del frío añadiendo un abrigo negro largo de paño, con detalles de bolsillos en los laterales y cuello chimenea.
La Princesa también ha apostado por un maquillaje sencillo en el que ha trazado un eyeliner negro para resaltar sus ojos verdes y ha puesto una sombra color vainilla en la zona del lagrimal para aportar luminosidad. Ha cubierto los labios de brillo con un gloss en tono rosa.
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