Radiante y muy sonriente. Así ha hecho su entrada triunfal Charlène de Mónaco en el desfile de Akris en la Semana de la Moda de París. Un evento para el que la princesa ha vuelto a apostar por la que es sin duda su firma fetiche y en la que lleva confiando años y años. Sentada en el front row del desfile primavera-verano 2023 celebrado en la ciudad de la luz, Charlène posaba relajada para la prensa con un traje de chaqueta de Akris. Un diseño muy elegante y sobrio que la princesa combinó con unos salones del mismo color y un clutch.
«Las chaquetas son el ítem característico de Akris y la piedra angular en el guardarropa de toda mujer de negocios. La chaqueta Akris comunica feminidad, aplomo y cierto nivel de autoridad. Con diferentes largos, las chaquetas Akris combinan bien con diferentes faldas y pantalones, y tienen bolsillos ocultos con cremallera», aseguran desde la maison.
Quizá por ello la firma se haya convertido en el As en la manga de Charlène, quien no ha dudado en mostrar públicamente su apoyo a la marca acudiendo a su desfile. Algo que también ha hecho su sobrina, la princesa Alexandra de Hannover, pero en diferentes desfiles. La hija de Carolina de Mónaco y Ernesto de Hannover se ha dejado ver por los front rows de Dior y de Gianbattista Balli, dejando claro que ella también tiene un estilo propio y característico alejado del de su familia.
La clave del éxito del estilismo con el que asistió Alexandra al desfile de Gianbattista Valli está en la manera tan urbana en la que ha combinado el vestido al coordinarlo con unas botas altas negras y unas medias tupidas del mismo color con lunares. Sublime.
El toque chic lo ha puesto con el bolso mini de mano negro ‘FloFlo’ también de Giambattista Valli, tan de moda esta temporada otoño-invierno.
En cuanto al desfile de Dior, allí Alexandra coincidió con su cuñada, Beatrice de Borromeo y allí posaron juntas dejando claro que la familia Casiraghi es una piña, y más cuando se trata de apoyar la moda.
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