Cómo es trabajar con el príncipe Harry según su biógrafo

Cómo es trabajar con el príncipe Harry según su biógrafo

La publicación de las memorias del príncipe Harry, En la sombra, el pasado de 10 enero rompió definitivamente los débiles lazos que el hijo pequeño de Lady Di mantenía con su padre y su hermano. Fue el golpe definitivo tras el documental de Netflix estrenado solo un mes antes en el que Meghan y Harry narraban con todo tipo de detalles su vida como royals, el asedio de la prensa y los desplantes de su familia.

Ahora, el autor detrás de esa biografía, J.R. Moehringer, que batió récords de ventas nada más salir al mercado, ha publicado una columna en The New Yorker en la que cuenta cómo fue trabajar con el príncipe durante dos años para sacar adelante estas memorias que tanto han escocido en los círculos reales.

«Estaba desesperado con el Príncipe Harry. Me dolía la cabeza, tenía la mandíbula apretada y comenzaba a alzar la voz. Y, sin embargo, una parte de mí aún podía salir de la situación y pensar: esto es tan extraño. Estoy gritando al príncipe Harry. Entonces, cuando Harry se volvió hacia mí, sus mejillas se sonrojaron y sus ojos se entrecerraron, un pensamiento más apremiante me acechó: Vaya, todo podría terminar aquí», así comienza Moehringer esta carta en la que narra sus desavenencias con Harry y como una discusión estuvo a punto de dar al traste con dos años de trabajo.

Todo sucedió durante una revisión en Zoom, de madrugada, sobre lo escrito. Ambos se detuvieron en un pasaje en el que Harry cuenta cómo fue capturado en la Inglaterra rural por unos supuestos terroristas y simularon torturas (muy reales) para poner a prueba al príncipe. Tras desnudarle, los secuestradores recordaron a su madre de la manera más inapropiada. Harry quería añadir la frase que él le dijo a los captores, pero Moehringer la consideraba ‘tonta’.

Los falsos captores se dieron cuenta de que habían sobrepasado los límites y uno de ellos le pidió disculpas. «Aunque esta no era la primera vez que Harry y yo discutíamos, sentí que era diferente, como si nos precipitáramos hacia algún tipo de ruptura decisiva«, cuenta Moehringer. Se hizo el silencio al otro lado de la pantalla, y Harry finalmente le dijo que «durante toda su vida, la gente había menospreciado sus capacidades intelectuales. Ese destello de inteligencia demostró que, incluso después de haber sido pateado y golpeado y privado de sueño y comida, tenía su ingenio».

Finalmente Harry accedió a seguir los consejos de Moehringer, y le dijo: «Realmente disfruto haciendo que te enfades así». El autor fantasma también cuenta cómo fue convivir con los Sussex en su casa de California. Se alojó allí un par de veces, en la casa de huéspedes, y Meghan y Archie le visitaban y le llevaban comida. A pesar de algunos desencuentros, Moehringer cuenta en la columna de The New Yorker que tuvo una ‘conexión inmediata’ con el príncipe cuando se entrevistó con él por primera vez y que la muerte de sus respectivas madres les unió. «La princesa Diana había muerto veintitrés años antes de nuestra primera conversación, y mi madre, Dorothy Moehringer, acababa de morir, y nuestro dolor se sentía igual de reciente», ha escrito.

Y de alguna manera justifica lo lejos que llegó el duque de Sussex en algunos pasajes: «Harry no pudo evitar el deseo de que En la sombra pudiera ser una refutación de todas las mentiras publicadas sobre él. Así como Borges soñaba con bibliotecas interminables, Harry sueña con retractaciones interminables, lo que significaba un sinfín de revelaciones. Sabía, por supuesto, que algunas personas se horrorizarían al principio. «¿Por qué diablos hablaría Harry de eso?» Pero tenía fe en que pronto verían: porque alguien más ya habló de eso, y se equivocó».




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