Solo dos semanas después de la boda de Alexandra de Luxemburgo, han vuelto a sonar campanas de boda para la realeza europea. La iglesia de los Teatinos y de San Cayetano de Munich ha sido el lugar elegido por Luis de Baviera para dar el ‘sí, quiero’ a Sophie Alexandra Evekink, que no solo fue protagonista por su bonito vestido de novia sino también por su desmayo en plena ceremonia.
Sophie Alexandra Evekink lució para su gran día un diseño de inspiración clásica de la firma Reem Acra, una de las favoritas de celebrities como Taylor Swift, Angelina Jolie y Kate Hudson. La princesa escogió un vestido de escote barco redondeado, cuerpo ajustado y falda de vuelo con flores bordadas, que también recorrían unas preciosas mangas largas transparentes.
La nueva integrante de la familia Baviera quiso apostar por un estilismo clásico y completó el vestido con un largo velo de tul adornado con las mismas flores bordadas realizado por la firma ucraniana Woná Concept, con el que los novios han querido apoyar la industria textil artesana del país en guerra.
El velo salía de una preciosa tiara de diamantes y zafiros con motivos vegetales, una de las joyas más valiosas de la familia Baviera y que usó la abuela del novio, Irmingard de Baviera, en su boda en 1950. Con el pelo semirrecogido con grandes ondas y joyas minimalistas como unos pendientes de cruz y un pequeño colgante en el cuello, Sophie Alexandra Evekink es la inspiración perfecta para las novias clásicas del siglo XXI.
El vestido de novia con el escote barco que más favorece
La princesa escogió un vestido con el escote que más favorece. Se trata de un pronunciado escote barco de formas redondeadas que estiliza la figura, realza la zona del cuello y de los hombros y resta protagonismo a la zona de las caderas.
Este tipo de escote, además, destaca por su versatilidad. Es perfecto para vestidos clásicos, como el que ha llevado Sophie Alexandra, pero también se adapta a diseños minimalistas y contemporáneos. Además, muchas novias también lo eligen cuando quieren dar protagonismo a las joyas, pues pone el foco en el cuello y el escote.
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