Este mes de agosto se cumplirán 25 años desde la trágica muerte de Diana de Gales en un accidente de tráfico en París a los 36 años. El tiempo, lejos de apagar su figura, se ha convertido en el mejor aliado para recordarla, revisar muchos aspectos de su vida y convertirla en un icono del siglo XXI. Más de dos décadas después, su vida sigue siendo noticia, en esta ocasión por la exposición de un boceto pintado al óleo de uno de los retratos menos conocidos de la princesa.
La pintura fue realizada por el artista Nelson Shanks en 1994, solo tres años antes de la trágica muerte de Diana, y se exhibe en la galería de Philip Mould & Company de Londres solo hasta el 6 de julio.
En la obra de arte, se muestra a la princesa con un vestido halter de terciopelo verde de Catherine Walker. Se trata de un retrato poco convencional para un miembro de la realeza, pues retrata a Lady Di mirando pensativamente hacia el suelo, en un gesto que parece reflejar su verdadero yo, lejos de la imagen mediática que se veía obligada a mostrar.
Según un comunicado del galerista Philip Mold hecho público por la CNN, el boceto fusiona de manera única el glamour de Diana con la desnudez de los sentimientos de sus últimos años. La obra forma parte de la exhibición Masterpiece Art Fair 2022 de la galería londinense Philip Mould and Company.
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Dicha obra estuvo expuesta durante un tiempo en el Palacio de Kensington, donde Diana vivía con sus hijos, el príncipe William y el príncipe Harry, y después se trasladó a Althorp House, la casa familiar de la princesa en Northamptonshire, situada 120 kilómetros al norte de Londres.
En enero, el retrato se vendió por más de 10 veces el precio estimado de venta por Sotheby’s, superando los 193.000 euros. La imagen se pintó en un momento clave en la vida personal de Diana, tras su separación del príncipe Carlos, y cuando los rumores sobre las relaciones extramatrimoniales de ambos habían inundado la esfera pública y habían terminado de dinamitar su relación.
La princesa se sentó durante más de 30 sesiones en el estudio de Shanks en Londres para que el artista pudiera realizar este estudio preparatorio para un retrato formal de cuerpo entero. Durante todo ese tiempo, Lady Di fraguó una relación de amistad con el pintor y, según Sotheby’s, ir al estudio se convirtió en un refugio seguro, lleno de apoyo y amor para ella.
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