Tan solo hay que tirar de hemeroteca para ver cómo el estampado de lunares ha estado presente (y sigue estando) en el armario de múltiples rostros de la realeza europea. Comenzando por Lady Di, que hizo de él una de sus señas de identidad, y concluyendo por la mismísima Reina Letizia, Kate Middleton, o más recientemente por Pauline Ducruet, hija de Estefanía de Mónaco.
Este print atemporal, que resulta tan favorecedor y atractivo durante los meses de sol, ha puesto de acuerdo a royals de diferentes estilos y generaciones, que han terminado por convertirlo en una de sus apuesta más efectivas. Sobre todo como protagonista de vestidos, sin duda la silueta más repetida de sus alabados vestidores.
Pauline Ducruet, la aclamada diseñadora de moda e hija de la princesa Estefanía de Mónaco, ha sido la última en demostrar el éxito de los vestidos de lunares con la llegada de la época de sol al elegir un modelo juvenil y desenfadado para acudir al Gran Premio de F1 de Mónaco que ha tenido lugar este mismo fin de semana y al que también acudían Carlota Casiraghi o Beatrice Borromeo de la Casa Real monegasca.
La fundadora de Alter, tal y como nos han permitido ver las imágenes que ha compartido a través de ‘stories’, ha escogido un diseño corto con mangas abullonadas con lunares en negro sobre un fondo blanco, sin duda la combinación más frecuente.
Un diseño con escote en V y detalle de solapa que incluía lazada en negro en la cintura que conseguía aportar un plus de elegancia y al mismo tiempo lograba un efecto óptico muy favorecedor. Además de alargar las piernas, el vestido de lunares elegido por la royal potenciaba su tono bronceado de piel.
La imagen no nos permite ver el calzado elegido por Pauline Ducruet para esta cita deportiva, tan solo las grandes gafas de sol en delicado tono coral que elegía como toque final.
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