Tras la ceremonia de entrega del premio Women of Vision, que reconoció la labor de Meghan Markle en su lucha contra el racismo y el empoderamiento femenino, un evento celebrado en Ziegfield Ballroom, muy cerca de Central Park, los duques de Sussex, en compañía de Doria Ragland, madre de la exactriz, sufrieron una «persecución de coches casi fatídica» en la que participaron varios paparazzis, según ha informado este miércoles un portavoz del hijo menor de Carlos III.
«Esta implacable persecución, que duró más de dos horas, estuvo a punto de provocar varias colisiones con otros conductores en carretera, varios peatones y dos agentes de la Policía de Nueva York», resalta el texto emitido, del que ya se han hecho eco múltiples medios de comunicación. «Si bien ser una figura pública conlleva ser objeto del interés del público, este nunca habría de anteponerse a la seguridad de nadie», resalta.
Un incidente que nos lleva a recordar el fatídico accidente de tráfico que sufrió Diana de Gales hace ahora 25 años, y en el que precisamente perdió la vida al tratar de huir de los fotógrafos que la perseguían.
Según el texto que recoge la BBC, la policía de Nueva York tuvo que ayudar a la seguridad privada del matrimonio ante esta compleja situación. «La difusión de estas imágenes, dada la forma en que se obtuvieron, fomenta una práctica altamente intrusiva que es peligrosa para todos los implicados», finaliza diciendo el comunicado mostrando su rechazo y resaltando la culpabilidad de los fotógrafos allí presentes.
En los últimos años, el príncipe Harry ha sido muy crítico con los tabloides y medios británicos e incluso hace algunos meses le vimos volver a Reino Unido por la demanda interpuesta contra Daily Mail precisamente por violación de la privacidad.
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