La reina Camilla va definiendo poco a poco las líneas maestras de su reinado, y ayer se estrenaba en una de las citas más importantes: una cena de Estado. Camilla y Carlos II se encuentran de viaje oficial en Alemania y la pareja presidencial formada por Elke Büdenbender y Frank-Walter Steinmeier se encargó de ofrecer una cena en su honor en el Palacio de Belleuve para la que la reina Camilla eligió las mejores piezas de su joyero.
Camilla confió en Bruce Olfield, el diseñador que se encargará de su look en la ceremonia de coronación, y lució un vestido de noche negro, de cuello redondo, manga larga y falda con vuelo con motivos vegetales bordados en color plata.
Pero, sin duda, las joyas hacían sombra a este bonito vestido, y es que la reina Camilla decidió rescatar de su joyero algunas de las piezas más preciadas de sus antecesoras: la tiara Greville y el collar de diamantes conocido como City of London.
La tiara Greville, también conocida como la tiara Panal de Boucheron por su forma, fue realizada en la década de 1920 por la firma francesa de joyas para Margaret Greville, con piedras recuperadas de otra tiara. Lady Greville, una aristócrata con aires de grandeza que adoraba codearse con la familia real, moriría sin descendientes y dejó en herencia a la Reina Madre, una de sus mejores amigas, un importante conjunto de joyas, entre ellas esta tiara, que la monarca no luciría hasta que finalizó la Segunda Guerra Mundial.
En un primer momento la tiara constaba de tres líneas y medias de diamantes en forma de panal de abejas y la Reina Madre pidió a Cartier que añadiera seis hornacinas de diamantes de su propia colección. Tras la muerte de la Reina Madre, la pieza pasó a manos que de Isabel II, que más tarde se la cedería a la reina Camilla.
Camilla luce el collar de diamantes de Isabel II con más historia
La reina dejó a un lado la sobriedad para lucir un importante collar junto a esta impresionante tiara. Se trata del collar de diamantes a modo de flecos que le regalaron a Isabel II el día de su boda, en 1947, algunos de los financieros más destacados de la City de Londres. El collar fue realizado en el siglo XIX con diamantes engarzados en oro y plata y enhebrado en seda.
La reina lo llevó a menudo durante la década de los años 50, tanto en actos oficiales como en viajes al extranjero e incluso en retratos al óleo. Durante muchos años permaneció guardado, pero en el siglo XXI Isabel II decidió recuperarlo para importantes ocasiones: una visita a Noruega en 2001, una visita a Jamaica en 2002 y la foto oficial del Jubileo de Diamante de Nueva Zelanda en 2012.
Como último detalle importante Camilla también lució la Orden de la Familia Real, que solo llevan las mujeres de la Familia Real Británica.
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