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La Reina Sofía ha acudido a la Basílica de Cristo de Medinaceli en el centro de Madrid, una visita con la que ha cumplido una tradición que la Casa Real mantiene desde hace 300 años. Allí ha realizado el tradicional besapiés a la figura Jesús Nazareno Rescatado, que se celebra el primer viernes de marzo y que cuenta con miles de devotos tanto en Madrid como en toda España.
Puntual a la una de la tarde, la reina emérita llegaba a la basílica provocando la sorpresa de los miles de personas que estaban en la cola esperando su turno para poder acceder y realizar su particular rezo y besar el pie izquierdo a la figura. Entre vítores y piropos, la reina emérita llegaba para entrar en la Basílica rápidamente no sin antes pararse para saludar a todos aquellos que la recibían agradecidos.
Todavía de luto por el fallecimiento de su hermano Constantino de Grecia, Doña Sofía. Así, ha apostado por un pantalón de pinzas, una blusa sencilla y unos botines de tacón bajo manteniendo la sobriedad natural de su look. Todo ello conjuntado con una bufanda y un abrigo trench con rayas blancas para poder resguardarse ante las bajas temperaturas que había esta mañana en la capital solo con 5ºC.
Para todos aquellos que la saludaban desde su llegada, la reina emérita tenía un cariñoso saludo con una sonrisa en los labios que nunca borra.
Esta es la segunda aparición pública que la Reina Sofía ha realizado desde que el 18 de febrero acudiera al funeral de su hermano en Atenas. Tan solo cuatro días después era la encargada de presidir la entrega de los Premios Iberoamericanos de Mecenazgo de la Fundación Callia en la Real Academia de Bellas Artes.
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