El documental de Harry y Meghan en Netflix está haciendo correr ríos de tinta en la prensa inglesa. La pareja no ha escatimado en detalles a la hora de contar la difícil convivencia de Meghan con la familia real inglesa, acusar a la institución de racismo y recuperar la imagen de Diana para asegurar que Meghan guarda muchas similitudes con ellas. Una guerra abierta contra la monarquía que, a buen seguro, ha enfadado al futuro heredero, el príncipe William.
Pero los seis capítulos de la serie no harán que los príncipes de Gales rompan con una tradición navideña que, de alguna manera, les acerca a los duques de Sussex. Según ha publicado la comentarista real Roya Nikkhah en The Sunday Times, Kate y William no romperán con la tradición de enviar regalos navideños a Archie y Lilibet de parte de sus tres primos mayores, George, Charlotte y Louis.
Los pequeños apenas se conocen, pues Archie se marchó a Estados Unidos antes de cumplir un año y Lilibet solo ha viajado a Reino Unido en una ocasión, para festejar el Jubileo de la reina Isabel II el pasado mes de junio, coincidiendo con su primer cumpleaños, que Harry y Meghan celebraron con una fiesta privada en Windsor.
A pesar de la distancia física, ambas parejas quieren mantener al margen de las polémicas a los pequeños. Lo que sí parece claro es que los adultos no intercambiarán regalos navideños y nadie espera a Meghan y Harry en Norfolk, donde Carlos III pasará la Navidad, de la misma manera que acostumbraba Isabel II antes de la pandemia.
El rey de Inglaterra celebrará sus primeras fiestas navideñas en Sandringham House, y todo el mundo espera que acuda al servicio religioso navideño en compañía de la reina consorte, su hijo William y Kate Middleton, su hermano Eduardo y Sophie de Wessex y sus sobrinas, Eugenia y Beatriz. También será la primera vez que Carlos III pronuncie su discurso navideño como monarca, y ya hay apuestas sobre qué fotos y retratos estarán presentes en ese vídeo que siempre está lleno de significados ocultos.
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