Renovarse o morir. Las viejas casas reales europeas han entrado en el siglo XXI sabiendo que no es posible perdurar sin actualizarse, y las grandes estructuras familiares parecen cosa del pasado. Muchas de ellas han optado por apostar por un núcleo fuerte y reducido sobre el que recae todo el peso. Lo hemos visto en la monarquía española, que se ha reducido al rey Felipe y doña Letizia, junto a sus hijas y doña Sofía. Y también es el camino por el que ha apostado el nuevo rey de Inglaterra, Carlos III, con una simbólica foto en la que solo aparecen él, Camilla, William y Kate.
Una senda que también ha tomado la reina Margarita de Dinamarca pero que en su caso ha generado una enorme polémica. Hace solo unos días, la soberana danesa anunciaba que a partir del 1 de enero de 2023 los cuatro hijos del príncipe Joaquín de Dinamarca dejarían de tener el título de príncipes. La reina Margarita argumentaba que así tendrían mayor libertad para elegir qué hacer con su vida, lejos de las obligaciones oficiales.
Pero la decisión sentó como un jarro de agua fría sobre el príncipe Joaquín, su mujer, e incluso Alexandra Manley su exmujer y madre de sus dos hijos mayores. Esta no dudó en declarar a un medio danés que todos estaban tristes y que sus hijos se sentían marginados porque les estaban quitando su identidad.
Joaquín de Dinamarca también argumentó que se le había avisado que perderían el título a los 25 años pero que había habido un cambio de planes de última hora del que había sido avisado apenas cinco días, insinuando que sentía que se trataba de un castigo. Todas esas reacciones han hecho a la reina Margarita emitir un nuevo comunicado en sus redes sociales para referirse a la polémica desatada por su decisión.
«En los últimos días, ha habido fuertes reacciones a mi decisión sobre el futuro uso de títulos para los cuatro hijos del príncipe Joaquín. Obviamente me afecta. Mi decisión ha tardado mucho en llegar. Tras 50 años en el trono, es normal hacer balance. Es mi deber y mi deseo como Reina asegurar que la monarquía perviva de acuerdo a los tiempos. A veces requiere tomar decisiones difíciles, y siempre será difícil encontrar el momento adecuado«, argumenta la reina Margarita en el comunicado que ha hecho oficial en sus redes sociales.
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«Llevar un título real conlleva una serie de obligaciones y deberes, que en el futuro serán responsabilidad de menos miembros de la familia real. Esta adaptación, que veo como una salvaguardia necesaria para el futuro de la monarquía, es necesaria. He tomado mi decisión como Reina, madre y abuela, pero como madre y abuela he subestimado lo mucho que iba a afectar a mi hijo menor y su familia y lo siento. Que nadie dude que mis hijos, nueras y nietos son mi gran alegría y orgullo. Ahora espero que nosotros, como familia, podamos encontrar la paz para encontrar nuestro camino a través de esta situación», ha zanjado la monarca.
Un comunicado que ha sido entendido como una tímida disculpa por parte de la reina Margarita, que se reafirma en la necesidad de tomar esta decisión. ¿Será suficiente para que el príncipe Joaquín lime asperezas con su madre y asuma el nuevo estatus de sus hijos?
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