Ha sido la gran sorpresa de la gala de clausura de la 70ª edición del Festival de cine de San Sebastián. Carla Quílez, con tan solo 14 años, subía al escenario para recoger la Concha de Plata a la Mejor Interpretación por su papel en la película La Maternal, la primera de su carrera. Carla da vida a una adolescente que se queda embarazada. Una niña de 14 años que protagoniza una historia de fortaleza, valentía y superación, pero también de incomunicación, miedo y abandono.
Vestida con un elegante diseño negro y sin poder creérselo, Carla recogía el premio muy emocionada y agradeciéndoselo a su madre y a la directora del proyecto, la aragonesa Pilar Palomero. «No hay tiempo ni dinero para agradecer todo lo que ha hecho por mí», decía. Además ha querido dedicarles el galardón a todas «las mujeres guerreras y luchadoras como las de la película».
Carla Quílez fue elegida para el papel protagonista de esta película después de que el equipo de casting viese los vídeos que subía a Instagram. En ellos, Carla aparece bailando, dado que el baile es una de sus pasiones. De hecho, la joven residente en Barcelona es miembro del club de baile Quality Dance Studio.
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La Maternal es el primer trabajo cinematográfico de Carla y llegó al mismo por casualidad. Alguien recomendó a la directora que echara un vistazo al Instagram de Quílez, Pilar Palomero le hizo caso y le gustó lo que vio.
Tras tres meses de casting, Quílez pasó a formar parte del reparto, junto a Ángela Cervantes, ganadora del Gaudí el pasado año a mejor actriz de reparto por Chavalas.
Una película conmovedora y tremendamente dura de la directora que ya ganó un Goya a Mejor Película por su cinta Las Niñas.
Un festival de San Sebastián que cerraba así sus puertas en una edición en la que han desfilado por su alfombra roja actrices de talla internacional como Diane Kruger, Juliette Binoche o Ana de Armas. Por no hablar del talento y estilo patrio de María Pedraza o Milena Smit.
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