Cuando Rihanna sorprendió embarazada de su primer hijo, en enero de 2022, lo hizo en una viral aparición estelar en la que anunció la «buena nueva» luciendo su tripita al aire bajo una camisa desabrochada y de la mano de su pareja, ASAP Rocky. En ese mismo momento tan solo estaba sentenciando su entrada en el podio de las mujeres que más han cambiado la moda de la maternidad. Durante su primer embarazo fueron muchos los estereotipos de ropa premamá que rompió: transparencias, siluetas mini, barriga al aire, escotes pronunciados, zapatos de tacón… Y, ahora, durante el segundo, vuelve a demostrarnos que no hay límite capaz de cohibir su vestuario.
La artista de Barbados tiene claro que se puede continuar luciendo tendencias estando embarazada. Y así lo ha vuelto a demostrar en su última salida a la calle, donde todos los focos la han fotografiado vistiendo uno de los outfits más atrevidos de su inspirador lookbook.
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La cantante se ha dejado ver en una salida nocturna en Santa Mónica, con su bebé en brazos, enfundada en una camiseta deportiva oversize; en blanco, gris y negro, y de manga corta que ha combinado con una de las tendencias que más hemos visto sobre pasarelas y en el street style del 2022 y 2023 (con Miu Miu como maestra principal de esta corriente de estilo). Hablamos de las faldas transparentes, esa pauta de moda que, si bien antes parecía solo apta para chicas atrevidas y para lucir en eventos, ahora sale de sus casillas y se instala, también, como una de las prendas aptas para llevar entre diario en looks casuals originales.
Rihanna ha escogido concretamente una de vuelo de tul semi transparente negra hasta los pies, una apuesta que, añadida a su camiseta XXL, crea un impresionante efecto vestido lleno de contrastes. Porque si de algo sabe ella es, precisamente, de defender el maximalismo y esta vez lo ha hecho incluyendo en su look otros complementos que elevan, todavía más, el conjunto.
Fiel a la ostentosidad que le caracteriza, añadió un choker joya ancho plateado a su cuello a juego con varios anillos de gran tamaño, otro choker sencillo metalizado y, como suele ser costumbre en sus elecciones nocturnas, unas sandalias negras de tacón fino y alto para completar el look.
No hay duda de que Rihanna no tiene término medio. O le vemos lucir conjuntos muy informales o combinaciones llamativas con aires festivos. Eso sí, queda claro que, luzca lo que luzca, siempre consigue inspirar y ser una referencia rompedora de estilo.
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