Tamara Falcó e Íñigo Onieva: sabemos cual será su hogar tras la boda

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    La pareja del momento formada por Tamara Falcó e Íñigo Onieva son una fuente inagotable de noticias, y más según se va acercando su esperadísima boda. Los dos han hecho su reaparición pública oficial posando juntos en un acto muy importante, el desfile de Pedro del Hierro en el que ha colaborado la socialité, y no podían estar más felices entre besos y arrumacos. La reconciliación les ha sentado muy bien, tanto que ya han pensado incluso dónde vivirán después de pasar por el altar, y es que tenían varias opciones, pero por fin se han decantado por una.

    Según nos han hecho saber fuentes cercanas a la pareja, los dos han tomado ya la decisión de vivir en el piso que Iñigo Onieva tiene en el barrio de Chueca. Un piso al que se mudó después de su ruptura y del que nos dejó ver un poquito en sus redes sociales. Todo parecía indicar que ambos se podían mudar a la casa nueva que compró Tamara, que nos enseñó en su reality ‘La Marquesa’ -en la zona de Puerta de Hierro, en Madrid-, muy cerca de la casa de su madre. Se la entregarán ya terminada esta primavera, pero finalmente ambos han decidido alargar su estancia en el centro de Madrid, y es que a Tamara le encanta la zona.

    El piso de Íñigo es un señor apartamento de 200 metros cuadrados al que no le falta de nada: tiene vistas a exterior, con un salón con cocina integrada (tipo ‘americano’) y con una decoración moderna y minimalista, un estilo con el que Tamara no se ha criado en su casa, pero que sin embargo también le gusta mucho. A diferencia del salón y la cocina, las habitaciones dan a una zona interior, quizá menos luminosas, pero sin duda con más privacidad.

    La pareja, desde luego, tiene opciones entre las que elegir. Quizá otra sería irse a vivir al gran palacio ‘El Rincón’, donde van a celebrar su boda este verano, pero lo cierto es que es una casa demasiado grande para ambos y requiere muchas reformas para que sea habitable. De momento, Tamara lo ha acondicionado como ha podido para celebrar su enlace, pero sin duda requiere una mayor inversión que parece que la socialité, por ahora, no está dispuesta a hacer.



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