El casting de modelos de los desfiles de moda tiene (casi) tanto peso como los diseños. Aún más en la era de las redes sociales, de ahí que cada vez los diseñadores opten por un casting más disruptivo e inesperado. Esto se ve reflejado, por ejemplo, en cómo durante los últimos años hemos presenciado una mayor inclusividad y diversidad en los principales desfiles. Más allá de las modelos de diferentes edades y tallas que se suben a las pasarelas, las firmas de moda apuestan cada vez más por conocidos rostros para dar vida a sus novedades.
Ejemplo de ello son las hijas e hijos de las supermodelos de los años 90, que se han convertido en un gran reclamo para las casa de moda. También sucede con actrices y cantantes. No hay más que pensar en ejemplos como Penélope Cruz, quien desfilaba para Chanel en 2019, Miley Cyrus subiéndose a la pasarela de Marc Jacobs en 2020 o Jennifer López sorprendiendo al público de Versace en 2019 luciendo el histórico jungle dress.
Dentro de lo habitual que es contar con la participación de alguna celebrity sobre la pasarela, el último desfile de Alta Costura de Balenciaga ha roto todos los récords. La firma capitaneada por Demna ha contado con un meteórico casting para presentar la 51ª colección de Alta Costura de la firma en París.
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Entre sus modelos se ha podido encontrar a la cantante Dua Lipa, a la actriz Nicole Kidman, las modelos Naomi Campbell y Bella Hadid y hasta Kim Kardashian, una de las mayores embajadoras de la firma.
En el caso de Nicole Kidman este supone su debut sobre una pasarela de este calibre. Asimismo, a Dua Lipa tan solo la habíamos visto hasta el momento subirse a la pasarela de Versace previamente y Kim Kardashian llevaba varios años sin subirse a una pasarela.
Con modelos de esta talla, además de por los arquitectónicos diseños que acostumbran a protagonizar la Alta Costura de la firma y la solemne música que ha acompañado la jornada, el desfile de Balenciaga no ha tardado en convertirse en uno de los más comentados de esta edición de la semana de la Alta Costura de París. Entre los diseños ha destacado una marcada estética futurista y fetichista, insignias de la firma, a golpe de cuero negro, grandes abrigos de pelo o curiosas máscaras (realizadas utilizando el mismo poliuretano utilizado en la Fórmula 1) cubriendo el rostro de algunos modelos. El dramatismo tampoco ha faltado gracias a los tejidos metalizados, voluminosos vestidos de falda globo, plumas o lentejuelas.
Tal y como explican desde la firma, han querido aunar tecnología avanzada con técnicas tradicionales de la casa. Para ello han colaborado con artesanos pero también con visionarios del diseño industrial. Ejemplo de ello es el neopreno de piedra caliza japonesa, un tejido que supone una versión moderna del Gazar, tejido inventado por Cristóbal Balenciaga.
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