A partir de los 25 años, la piel del rostro comienza a experimentar sustanciales cambios: disminuye la producción de activos como el colágeno, cuya función es la tersura de la piel y se complica el hecho de retener el agua dentro de la dermis. Esto choca de frente con la tendencia actual de pieles jugosas y rebosantes de hidratación que estamos viendo estos meses en la alfombra roja. Sin embargo, los maquilladores lo convierten en un reto y están dispuestos a conseguir que ninguna mujer tenga que renunciar lucir las tendencias del momento por cuestión de edad.
Y es que el objetivo es que los productos de maquillaje se adapten a ti, y no al revés. A medida que pasamos por diferentes etapas de la vida nos damos cuenta que los productos que nos funcionaron durante un tiempo ya no encajan tan bien con las características actuales de nuestra piel. Esto ocurre por ejemplo con los productos en polvo. Este tipo de textura funciona muy bien durante la juventud para mantener los brillos a raya, pero sobre pieles más maduras puede resecar la dermis y absorber el escaso brillo que estas emanan. Durante esta etapa cualquier brillo que surja desde el interior de la piel es todo un tesoro y más si nuestro objetivo es crear un maquillaje glow.
Mantenimiento de la humedad
Para crear el efecto glow es clave tener una piel hidratada, algo que tenemos que trabajar desde dentro. Esto es importante a cualquier edad pero en la madurez, cuando la cantidad de agua en al piel se reduce notablemente, lo es más todavía. Lo primero es mantener una ingesta adecuada de agua. Cuando nos deshidratamos por dentro esto se refleja en el rostro y una falta de agua prolongada da lugar a la aparición de líneas de expresión finas. En segundo lugar, el cuidado de la piel se convierte en un ritual imprescindible. Dobla la apuesta por los productos con componentes hidratantes, como el ácido hialurónico y confía en el proceso, ya que esto es una estrategia a largo plazo.
Turno del maquillaje
Gracias al gran éxito que están experimentando los maquillajes de efecto jugoso, en la actualidad es muy fácil encontrar en el mercado productos que replican ese brillo que parece salir del interior del rostro. Lo fundamental es apostar por un primer iluminador, para poner tras el cuidado de la piel. Existen muchos tipos de primers, con brillos más sutiles y otros más evidentes. Si vas a crear un look para un gran evento es recomendable, que previamente pruebes el primer que van a usar con la base de maquillaje que vas a poner después, para que el gran día estés segura del efecto que crean ambos productos juntos.
En cuanto a las bases es recomendable huir de bases en polvo, ya que se posan sobre todas las arruguitas, marcándolas mucho más y creando un efecto envejecido en la piel que no es real. Mejor apuesta por una fluida o en formato crema y aplícala con una esponja humedecida para un aspectos fresco y juvenil.
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