Desde hace ya un par de veranos, hemos sido espectadores del regreso de las sandalias cangrejeras o de pescador. Su vuelta viene dada, en parte, por la tendencia que pone el acento en los ugly shoes y que ha encumbrado desde las llamadas dad sneakers hasta los zuecos. El año pasado las cangrejeras ya lograron cuajar más entre las expertas en estilo más atrevidas, como Blanca Miró o Alexa Chung, y coronarse como imprescindibles también sobre las pasarelas de Celine o Gucci. En casi todos los casos, lo hicieron en versiones planas, en colores neutros como el marrón o el negro y en versiones que las sacaban alejaban de la categoría de jelly shoes para vestirlas de piel, convirtiéndose así en un calzado más de ciudad y no de playa.
Que este tipo de sandalias, que tiene su origen en el calzado utilizado por los pescadores (de ahí que su nombre en inglés sea fisherman shoes), volviera este año estaba cantado. Lo que quizás no esperábamos es que, frente a las versiones más neutras y minimalistas del pasado verano, las cangrejeras aterrizaran en 2022 de la forma en la que lo han hecho: en colores muy llamativos y con varios centímetros de cuña o de tacón.
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La sandalia cangrejera, que siempre ha sido un calzado generalmente económico y de origen popular, llega reformulada por completo y en clave de lujo. Versace, Prada, Miu Miu, Marni o Gucci ya han lanzado sus particulares versiones. En colores dopamina, con pelo, brillantes o con altos tacones, toca tomar nota de las nada clásicas cangrejeras que triunfan este año:
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