Con permiso de Jennifer Lopez, su tocaya Jennifer Lawrence está siendo la gran protagonista del verano en lo que a lecciones de street style se refiere. Tras unos meses apartada del foco mediático tras dar a luz a su primer hijo el pasado mes de febrero, en las últimas semanas no deja de ser inmortalizada por los fotógrafos cada vez que pone un pie sobre las calles de Nueva York. Paseando junto a su marido, el galerista Cooke Maroney, en solitario o con amigas, la actriz ganadora del Oscar por El lado bueno de las cosas acapara numerosos titulares en la prensa especializada gracias a sus estilismos sencillos y fáciles de copiar por el resto de las mortales.
Tras demostrar las bondades de un vestido de cuadros inspirado en la campiña, combinar un cropped top con vaqueros anchos con maestría o convertir el crochet en una tendencia muy fácil de llevar, la actriz ha vuelto a llamar la atención por la sencillez de su última elección. Lejos de apostar por prendas de últimas tendencia o looks estudiados e imposibles, Lawrence se dejó ver paseando por la Gran Manzana con un sencillo vestido marrón de algodón. Se trata de un diseño sin mangas que imita el efecto de llevar una camiseta tank top básica con una falda evasé con un poco de vuelo. Una pieza cómoda y veraniega que, como demostró, no necesita más que unas sandalias a juego y un bolso especial para lograr un resultado perfecto.
La versión asequible de Zara
Este tipo de vestidos se están viendo mucho en este verano tanto en las pasarelas (ahí está Khaité) como en las grandes cadenas. Si bien en gigantes nórdicos como H&M, Arket o Cos es fácil encontrar este tipo de siluetas confeccionadas en algodón o en mezcla dos tejidos distintos en el cuerpo y la falda, la versión más similar a la de Lawrence la hemos hallado entre las novedades que acaban de aterrizar en Zara.
La versión del gigante gallego tiene los tirantes un poco más finos y es de un marrón más intenso, pero mantiene la misma silueta, escote redondo, comodidad y sencillez del elegido por la actriz. Además de poder elegirlo en marrón, está disponible en fucsia (perfecto para apuntarse al Barbiecore) y en el clásico negro que jamás pasa de moda y lo convierte en un buen fondo de armario. Su precio –19,95 euros– es un motivo más para tenerlo en cuenta como perfecto vestido comodín del verano.
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