Cómo deshacerse de la 'piel de fresa', según los expertos

Cómo deshacerse de la 'piel de fresa', según los expertos

El ideal de piernas suaves sin rastro de vello nos ha acompañado durante décadas. Se ha visto reforzado por el bombardeo de publicidades en las que las mujeres que anunciaban los productos depilatorios no poseían ni un solo pelo. Sin embargo, la realidad es muy distinta y cada método depilatorio tiene sus pros y sus contras, pero resulta complicado mantener unas piernas sin atisbo de de pelo 24 horas al día, siete días a la semana.

Cuando el método elegido para depilar las piernas es el rasurado es fácil obtener la suavidad deseada tras el afeitado, pero es posible que si observas la piel de las piernas de cerca, esta no esté impoluta y que hayan quedado unos pequeños puntitos negros inapreciables al tacto. Esta condición se llama piel de fresa, por su parecido a la textura de la piel de dicha fruta y se produce porque los folículos pilosos se dañan y se obstruyen con grasa, suciedad o la propia acumulación de piel, dando lugar a su inflamación, de forma que son mucho más apreciables a simple vista.

Hay que tener claro que no es un motivo de preocupación ni nada que puede revertir en una situación más compleja, simplemente es una apariencia estética, que en muchos casos resulta poco agradable para quien la padecen. Sin embargo, con ayuda de expertos podemos intentar deshacernos de ella.

Una de las maneras más eficaces de prevenir la piel de fresa es ser constante con la exfoliación. Utilizar un exfoliante químico con ácido salicílico, ácido glicólico, urea o ácido láctico ayuda a eliminar los granitos que se aprecian en la piel de fresa. Con este proceso retiramos periódicamente la acumulación de suciedad, grasa y piel y prevenimos que se obstruyan los folículos. Lo adecuado es realizar una exfoliación semanal e hidratar la piel a diario. En cuanto al producto de hidratación, es recomendable escoger uno con retinol, que ayudará a suavizar la piel y a promover la renovación celular, de forma que la textura de la piel se verá mucho más igualada.

Si estás buscando una solución que trate tu piel en profundidad, quizás la microdermoabrasión pueda ser tu opción. Este tratamiento renueva la piel mientras una succión de alta potencia elimina la suciedad y el sudor, reparándola con sérums de alto poder hidratante. Otra solución es el tratamiento Pulsed Dye Laser (PDL) que reduce la piel engrosada y el enrojecimiento de fondo. Plantearse la depilación laser en la zona más propensa a este tipo de afección también es una buena idea, puesto que este tratamiento reduce la densidad del folículo piloso y por tanto también el problema.

Por otro lado, también hay que tener en cuenta el estado de la herramienta cuando nos rasuramos. Lo ideal es utilizar una cuchilla con la hoja nueva cada vez que lo hacemos para evitar obstruir los folículos pilosos con la piel muerta.




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