Sonsoles Ónega cuenta con todo detalle su lado más supersticioso

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    Sonsoles Ónega ha debutado en Atresmedia y lo ha hecho mostrando su lado más desconocido en ‘El Hormiguero’. La periodista ha reconocido que tomar la decisión de abandonar Mediaset y fichar por la competencia fue «casi más duro que un divorcio». Pero durante su visita al programa de Pablo Motos no solo ha hablado de trabajo, también ha descubierto una parte de su vida que, hasta ahora, solo conocía su círculo de amigos más íntimo. La periodista tiene un lado supersticioso, que tal y como ella misma, ha contado «es agotador».

    Sonsoles tiene un neceser donde guarda todos sus amuletos. «Tengo castañas pilongas del pueblo de mi padre para protegerme del mal de ojo en general; un trozo de cuarzo que me regaló el hermano de Ana Rosa cuando empecé el programa, un corazón de madera pasado por el sepulcro de Jesús en Jerusalén, cruces de todo tipo», cuenta. Pero ahí no queda la cosa: «No puedo ver un gato negro, me he llegado a parar en la cuenta en la autopista para abrazarme a un árbol».

    Sonsoles reconocía que antes de salir de casa había tocado todos los amuletos y les había dicho que la cuidasen. «También tengo virgencitas de todos los tipos y todo lo que me da la gente, yo lo guardo».

    Habla con su abuela, fallecida en 2021

    Puesto a ser sinceros, la periodista ha reconocido que habla con su abuela, que falleció en enero de 2021. «Ella me habla y me dice cosas por la noche. Es una mujer que me ha acompañado toda la vida. Murió el año pasado. Mi abuela me anunció una muerte y se produjo. Me habla ella y suele ser por la noche. Es maravilloso. Ella era muy suya, nunca me dio la receta de las albondigas y creo que algún día en sueños, me la dará», cuenta Sonsoles.

    Otra manía de la periodista son los número pares. «Voy conduciendo y necesito hacer asociaciones de número pares en las matrículas de los coches. Es muy cansadado, horroroso. También me pasa con el volumen de la tele, no puede estar en número impar«, desvela.

    Y para rematar, Sonsoles también ha contado qué hace para relajarse cuando está nerviosa o cuando celebra algo: «Hago el pino, la inversión de todo el circuito nervioso es maravilloso. Aquí todavía no lo he hecho pero ya he fichado varias paredes».

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