Desde que diera a luz a su primer bebé, Cys, Jennifer Lawrence no ha había vuelto a posar en una alfombra roja. Lo hizo por última vez en Nueva York, a propósito de la premiere de la película que protagoniza junto a Leonardo DiCaprio, Don’t Look Up, unos días antes de participar como invitada en el Late Show de Stephen Colbert. En este conocido programa nos enseñó por última vez su barriga de embarazada enfundada en un impresionante vestido de lunares negro.
Desde entonces, a la actriz la hemos visto solo en paseos y salidas urbanas por las calles de la Gran Manzana, en las que nos enseñó veraniegos e inspiradores looks para llevar en el día a día. Abanderada el estilo effortless, pero siempre acertada en sus apuestas, ahora Jennifer sale de sus zona de confort y vuelve a sorprendernos sobre una alfombra roja luciendo uno de sus atuendos más espectaculares.
La intérprete asistió al estreno de Causeway en Canadá, como invitada al Festival Internacional de Cine de Toronto y lució un imponente diseño negro de escote Bardot ornamentado con volante. Se trata de un diseño de tul con escote ajustado por unas tiras finas que actúan a modo de corsé para dejar caer la falda con bastante vuelo hasta los pies. Las mangas también son fluidas a modo de globo y se ajustan en el puño. Una apuesta que destila romanticismo y que, además, adelanta una de las tendencias que ya se empieza a ver, tanto en las colecciones del año, como en el street style: el estilo gótico.
Y es que los detalles que recuerdan a la estética que dominó a principios de los 2000, aquella bañada de negro que capitaneaban personalidades como Avril Lavigne o Amy Lee, parece volver ahora a escena junto a otras tendencias de principios de siglo. La firma responsable de este último diseño de Lawrence, Dior, es una de las que ya lo adelantó en pasarelas (como en su espectacular desfile crucero de Sevilla), pero son muchas otras las que han incorporado guiños a esta tendencia.
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