Cuidar el suelo pélvico es muy importante antes, durante y después del embarazo. Te contamos las razones.
¿Qué es el suelo pélvico?
“El suelo pélvico es el conjunto de músculos y otro tipo de tejidos blandos (ligamentos, fascia, etc.) que se encuentran en la base de la pelvis. Este conjunto muscular sostiene todos los órganos pélvicos (vejiga y uretra, útero, próstata y recto) y asegura que funcionen de forma adecuada”, explican en la web del Instituto Dra. Gómez Roig de Obstetricia y Ginecología.
Las funciones del suelo pélvico son varias, pero las más importante o significativa es que sirve de sujeción para órganos tan importantes como la vejiga y el recto. Ayuda a controlar los esfínteres, durante el parto facilita los pujos para la salida del bebé y, un suelo pélvico fuerte también permite mantener relaciones sexuales placenteras y sin dolor.
¿Por qué hay que fortalecer el suelo pélvico durante el embarazo?
La importancia de que el suelo pélvico esté fuerte y resistente es mucho mayor de lo que se suele pensar: “si esa sujeción falla, se produce una incontinencia urinaria y/o fecal, provocando una merma en la calidad de vida diaria. La vulnerabilidad de este músculo es tal que una de cada tres mujeres sufre pérdidas de orina tras dar a luz”, aseguran desde Quirón Salud. Te damos algunos consejos en el artículo «Incontinencia urinaria: mejora tu calidad de vida».
Algunos aspectos como la obesidad, practicar determinados deportes como correr o levantar pesas, tocar instrumentos de viento, padecer tos crónica o la edad y la menopausia pueden influir en el debilitamiento del suelo pélvico. Durante el embarazo (ya que debe soportar el peso extra del bebé) y el parto el suelo pélvico también puede debilitarse, por eso es conveniente ejercitarlo. Además, desde El Instituto Gómez Roig también señalan que “la relaxina, una hormona que segrega el cuerpo durante el embarazo, hará que esta musculatura esté más relajada de lo normal. Y por último, el estreñimiento, muy frecuente en embarazadas, también contribuirá al debilitamiento del suelo pélvico y embarazo”. Recomendamos leer nuestro artículo “Alimentos para evitar el estreñimiento en el embarazo”.
Como vemos, el debilitamiento del suelo pélvico puede provocar varios problemas de salud, como incontinencia urinaria de esfuerzo, (también puede ser fecal), caída de los órganos intrabdominales (es lo que se conoce como prolapso) y disfunciones sexuales. Durante el embarazo se recomienda fortalecer el suelo pélvico para evitar los problemas de los que hemos hablado anteriormente y para evitar desgarros durante el parto (para evitar desgarros, saber qué es el masaje perineal y cómo hacerlo es de gran utilidad).
¿Cómo fortalecer el suelo pélvico durante el embarazo?
Los ejercicios más conocidos para fortalecer el suelo pélvico son los ejercicios de Kegel, que ayudan a prevenir problemas a largo plazo después del parto. Se pueden realizar antes, durante o después del embarazo y ayudarán a tonificar los músculos de la zona genital.
Para realizar los ejercicios de Kegel hay que contraer y relajar los músculos que controlan la orina: “aprieta los músculos de la pelvis como si estuvieras orinando e intentaras detener el chorro, apretando hacia arriba. Contrae y mantén tus músculos de esta forma mientras cuentas hasta 5 respirando suavemente. Luego, relájalos durante 5 segundos más y repite la serie 10 veces. Intenta aumentar progresivamente el tiempo de contracción y relajación. Empieza por cinco segundos en cada caso hasta llegar a los 20. Cuanto más tiempo consigas aguantar la contracción de los músculos, más fuertes se harán”, aconsejan desde la web de Quirón Salud.
Sin embargo, es muy importante que sea un fisioterapeuta especializado el que valore cada caso, analice el estado del suelo pélvico y el que indique y enseñe el modo de realizar estos ejercicios, ya que si no se realizan bien pueden ser perjudiciales, además de no estar indicados en todos los casos.
La gimnasia abdominal hipopresiva (abdominales hipopresivos) también puede ayudar a fortalecer la musculatura del suelo pélvico, sin embargo, se realizaría después del parto y siempre en el momento y el modo indicado por los profesionales de la fisioterapia especializados en este área.
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