El pantalón de tiro bajo insiste en volver y no regresa solo. Sobre esas cinturillas que descienden varios centímetros bajo el ombligo asoman de nuevo, como ya hicieran en los primeros dos mil, las tiras del tanga. Si desde hace meses viene anunciándose el regreso de la obsesión por enseñar esta prenda –Kim Kardashian, Beyoncé, Dua Lipa o Bella Hadid son algunas de las que han apoyado la tendencia–, esta temporada queda más que confirmado en las imágenes de street style de las semanas de la moda que están aconteciendo y en desfiles como el de Gucci. Alessandro Michele, su director creativo, apuesta por enseñar el tanga de cara a la próxima primavera-verano 2023 como ya hiciera Tom Ford, su predecesor al frente de la firma italiana y artífice de los famosos tangas con el logo de la doble G a finales de los 90.
La tendencia Y2K y el empeño de la moda por rescatar modas con dos décadas de antigüedad tienen la culpa de que el tanga vuelva a hacer acto visible de presencia. Paris Hilton, que viralizó una imagen en la que dejaba asomar un diminuto tanga de flores rosas por encima de un vaquero con cinturón de Louis Vuitton a principios de los 2000, se convierte en fuente de inspiración para quienes se atreven ahora a repetir el gesto. Ya en aquellos años muchas siguieron sus pasos: Halle Berry lució en los MTV un diseño con tiras que imitaban las de esta prenda interior, Gillian Anderson dejó el triángulo de su tanga negro gracias al generoso escote trasero de su vestido en la after-party de los Oscar de 2001 y Christina Aguilera, Cher o Rose McGowan fueron otros de los nombres que por aquel entonces popularizaron esta tendencia a medio camino entre el descuido intencionado y la provocación deliberada.
El tanga, protagonista de las semanas de la moda
Esta temporada y de cara a la siguiente, no solo Gucci resucita el gesto. Firmas como Nensi Dojaka, Stine Goya o Priscavera son otras de las que, por el momento, han apostado por enseñar el tanga a través de transparencias o tiros minúsculos. Más allá de la pasarela, las asistentes a los desfiles han hecho lo propio convirtiendo el tanga en prenda protagonista de numerosos estilismos. Julia Fox lo mostró en todo su esplendor gracias a unos pantalones con una cremallera colocada estratégicamente, Emily Ratajkowski prefirió una versión un poco más discreta dejando asomar las tiras del suyo por encima de un pantalón estampado y las reinas del street style prefirieron optar por vestidos con generoso escote en la espalda que, como si estuvieran ideados por el mismísimo McQueen, dejaban al descubierto el comienzo del glúteo y el correspondiente triángulo del tanga. Una ocurrencia que, por cierto, ya anticipó Hailey Bieber vestida por Alexander Wang en la gala Met de 2019 o la citada Gillian Anderson veinte años antes.
Siguiendo los dictados de las expertas en lucir una de las tendencias más complicadas de la temporada –y a pesar de que las posibilidades de que triunfe entre el resto de los mortales–, las claves para atreverse pasan por elegir modelos discretos con el negro como protagonista. A pesar de algunas excepciones teñidas de colores tan llamativos como el rojo o el naranja, influencers y diseñadores se ponen de acuerdo para coronar el tanga negro como la mejor opción para enseñar. Será por aquello de ceder un poco de la elegancia vinculada a este tono a una tendencia de dudoso buen gusto.
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