‘Todo puede suceder’: qué ha pasado en los capítulos de la serie de TVE

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        Sara Ferraro es una madre soltera de los adolescentes Ambra y Denis, que tras divorciarse de su marido Elia, deja Génova para volver a vivir a la casa de sus padres, Ettore y Emma, en Roma. Allí se reencontró con su hermana Giulia, una exitosa abogada, casada con Luca y madre de una niña de 5 años llamada Matilde, y los hermanos Alessandro y Carlo, en Todo puede suceder.

        Alessandro está casado con Cristina y tiene dos hijos, Federica y Max, de los que se sospecha que tiene síndrome de Asperger. Mientras que Carlo es el inmaduro de la familia, que se niega a construir una relación sentimental estable, comprometido con Valentina.La vida de Carlo dio un vuelco cuando su ex Feven apareció con su hijo Robel, un niño de cinco años que no sabía que existía.

        Alessandro y Cristina, después de visitar a un médico, tuvieron confirmación de que su hijo Max sufre el síndrome de Asperger. Los dos también tendrán que enfrentarse a los problemas de su otra hija Federica, que confesó haber consumido hierba con sus amigas.

        Mientras tanto Sara buscó trabajo, pero, aunque la entrevista que consiguió gracias a la recomendación de su hermano Alessandro parecía haber ido bien, al final no la contrataron porque no tenía un buen currículum.Por otra parte, su hijo Denis sufrió por la ausencia de su padre y Ambra se enfadaron por el cambio de colegio. Carlo todavía mantenía a Valentina en la oscuridad sobre la existencia de su hijo.

        Max fue expulsado de la escuela tras sufrir una crisis

        Al día siguiente, después de sufrir un brote en la escuela, la dirección decidió expulsar a Max.Convocaron a Alessandro y Cristina, admitieron que no podían manejarlo e insistieron en la oportunidad de trasladarlo a un colegio que se adaptase mejor a su personalidad especial.Después de algunas entrevistas, sus padres lograron que lo admitieran en la mejor y más cara escuela de la ciudad para niños con Asperger como Max.

        Mientras tanto, la otra hija, Federica, logró ganar un torneo de tenis. Carlo continuó buscando tiempo para estar con Robel, pero cuando llegó su novia Valentina, no pudo encontrar el coraje para revelar la verdadera identidad del niño. Giulia, a pesar de no poder pasar mucho tiempo con su familia, intentó enseñar a su hija a nadar pero sin mucho éxito


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