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Esta semana en Servir y proteger, tras una sesión con Fabián, Isidro propició un acercamiento con su hijo Saúl. El hombre quería recuperar la confianza y el afecto de su familia, pero para eso debería dar su brazo a torcer y permitirles ciertas licencias. Mientras tanto, Lorenzo mostró su verdadera cara cuando visita a Vega y le exigió que pasase droga dentro de la cárcel. Además, Bremón, que fue secuestrado por Matías, falleció por un disparo al mismo tiempo que El Fantasma fue detenido.
D renuevo en el barrio, Lorenzo no estaba dispuesto a perder un negocio tan bueno y beneficiosos como el que Rebeca y su banda llevaban cuando esta se encontraba todavía con vida ¿Se convertirá Vega en toda una narcotraficante entre rejas? Por su parte, Gael recibió el acoso de Bonachera, el prestamista, para que le pagase.
Finalmente, la deuda recayó en manos de Isidro, quien se negó a hacerse cargo de ella. No quería entrometerse de nuevo en los líos económicos de sus vecinos. Bastante tenía ya con los suyos. Entretanto, en comisaría, los policías se enfrentaron a un nuevo caso: el robo de un maletín con material radiactivo.
Pasaron los días y Lorenzo seguía preocupado por la interrupción del tráfico de droga en la cárcel. Paralelamente, Durán continuó muy presionado por Jefatura, ya que el caso del material radiactivo avanzaba lento. Varios agentes buscaron el famoso material sin éxito y Durán se vio sobrepasado, lo que afectó a su relación con Carol.
Cata descubrió que Vega es una traficante
El inspector estaba tan absorto en su trabajo que, incluso, le dio plantó a su mujer durante su cumpleaños. Por supuesto, Carol, enfadada, le reprochó su actitud para con ella, como vimos en los últimos capítulos de Servir y proteger. A su vez,en la cárcel, Vega guardó la calma mientras seguía negociando con Lorenzo. Las Hienas amenazaron con hacerse con el mercado de droga de la cárcel pero Vega y Lorenzo no lo permitieron. Ambos se convierten, finalmente, en aliados muy peligrosos.
Por otro lado, Saúl quiso quedarse con el trabajo que rechazó su padre y le ofreció a Bonachera cobrar la deuda de Gael. El joven comenzó a amenazar al hostelero. Gael, que, realmente, tenía miedo de lo que le pudiera suceder, habla con Isidro y le pidió que interviniera. Además, le confesó a Cata el problema que tenía encima.
En otra zona del barrio, Noemí creyó que le estaban intentando vender la maleta con material radiactivo robada y avisó a la policía. Mientras tanto, Cata descubrió que Vega estaba pasando droga en la cárcel y sopesó qué hacer para evitar un fatal desenlace.
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