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Esta semana en Servir y proteger, Julia discutió con Gael porque siente que la excluye de su pasado. La joven quería saber más acerca de la vida de su novio, pero este se mostraba hermético con ella. Además, el dueño del Moongliht tenía otros problemas a los que hacer frente, como la inesperada visita de Quique, quien le propone volver a robar coches juntos y ganarse un buen dinero.
Gael, que debe pagar cuando antes el dinero que debe Lorenzo, sopesó la idea. Al mismo tiempo que la policía llegó a su local para interrogarle acerca de la presencia de Quique en el barrio, se descubrió que es el propio Lorenzo quien está detrás del negocio de robo de coches, como vimos en losúltimos capítulos de Servir y proteger.
Por otro lado, Saúl, aconsejado por su tío, se lanzó e invita a cenar a Fabián y rompió su relación con Boi. Mientras tanto, Vega manipuló a Cata y le pidió que desactivase las sospechas de Hanna sobre ella. Su idea no terminó de funcionar, por lo que la exinspectora, harta de verse acosada, le plantó cara a Hanna y a sus constantes preguntas.
La madre de Darya denunció la desaparición de su hija, al mismo tiempo que la muchacha desapareció del piso de acogida y la policía la buscó sin éxito alguno. Horas más tarde, los agente descubrieron con gran sorpresa, que la chica decidió volver con sus padres y darles otra oportunidad. No obstante, viendo que siguen queriendo casarla a la fuerza, se lanzó a denunciarles ante las autoridades. Finalmente, Isma se ganó el reconocimiento de Espe y Durán por el caso de Darya.
Isidro y Boi celebran la victoria de su primer combate
Por otro lado, Gael habló de sus inseguridades con Julia, al mismo tiempo que Quique siguió intentando ficharle para su banda. Mientras tanto, Lorenzo continuó ganando puntos con Noemí y con Saúl, quienes, cada día, confían más en él ¿Llegarán a descubrir cómo es, realmente, o seguirán ciegos ante tanta evidencia?
Cerca de allí, Isidro y Boi celebraron la victoria en su primer combate. Sin embargo, la situación termina torciéndose cuando el primero se lanzó a besar al segundo. Esto provocó el enfado de Isidro consigo mismo y pagó su ira con todo el mundo. Paralelamente, Quique fue pillado in fraganti robando un coche.
En el Moonlgiht, Gael estaba preocupado porque se encuentra en manos de Lorenzo y no sabe cómo conseguir el dinero para pagarle y quitárselo de encima. Entretanto, Isma no podía dejar de pensar en Cata, pero el encanto se rompió justo después de contarle que es policía.
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