Desde que el príncipe Harry de Inglaterra y su esposa, Meghan Markle se alejaron de la Corona británica, han podido dejar un poco apartadas las constricciones de palacio. El estilo de Meghan Markle ha sufrido un notable cambios y sus estilismos a partir del momento en el que abandonaron Inglaterra tomaron un punto más informal, aunque la Duquesa sigue deleitándonos con autenticas lecciones de estilo cuando acude a elegantes eventos.
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Sin embargo, cuando se trata de su día a día, Meghan se olvida de la etiqueta que exige la corona y opta por prendas cómodas que se adaptan a su nuevo estilo de vida y también usa la moda como elemento reivindicativo, como cuando lució una camiseta en apoyo a las mujeres de Irán. Este domingo ha sido vista realizando algunas compras en Montecito, la urbanización californiana donde reside con su marido y sus dos hijos. En este paseo Meghan ha ofrecido una de las interpretaciones más casuales de su estilo, con una selección de prendas que rebasan los 14.000 euros.
La Duquesa ha optado por un mono, la prenda que eleva cualquier outfit, diseñado con escote palabra de honor y corte a la rodilla con dos grandes bolsillos a los lados en color verde bosque de la firma Malia Mills, que tiene un precio de 603 euros. A esta prenda principal ha sumado una serie de accesorios que han enriquecido su look. En primer lugar, se ha protegido del sol con un sombrero de ala ancha en color chocolate de la firma Cuyana, valorado en 129 euros, y sus gafas de sol de Valentino, con un valor de 141 euros.
Se ha calzado unas sandalias de tiras planas de la firma Emme Parsons, a la venta por 319 euros y como bolso ha llevado el bucket bag Lawson Dark Brown de Chloé, que se puede adquirir por 2510 euros. A todo esto hay que sumarle dos complementos de la firma Cartier que ha lucido en varias ocasiones. Por un lado, una de las pulseras más reconocibles de la casa de joyas, la pulsera Love, en oro amarillo, valorada en 6.996 euros, por otro, el reloj Gold Tank Française, a la venta por 3.498. Con todas estas piezas la Duquesa consigue un look desenfadado sin dejar de lado su elegante esencia.
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