La domótica facilita la gestión de los diferentes dispositivos del hogar: iluminación, calefacción, sistemas de seguridad… Controlarás todo a través de una consola portátil, desde tu ordenador o dispositivo móvil.
Domótica para optimizar el uso de energía en el hogar
Climatización. Los termostatos inteligentes te ayudan a ahorrar, regulando la calefacción, adaptando la temperatura en función de cómo varíe la temperatura exterior, la hora del día, la zona de la casa y la presencia de personas. También existen sensores para puertas y ventanas que indican cuando se abren para no desaprovechar la energía calórica.
Electrodomésticos. Algunas herramientas de la domótica nos permiten secuenciar la puesta en marcha y programar su funcionamiento en horarios en los que el precio de la energía es menor. Existen apps que nos dicen en tiempo real el precio de la luz y nos alertan del momento idóneo para conectarlos: Luz + Precio, Ahorra en luz. Precio luz hora o Precio de la luz.
Agua. Hay programas que avisan de cualquier funcionamiento anómalo y son capaces de regular las fugas. En viviendas con jardines, se puede poner sensores de humedad o lluvia y hacer que solo se riege de forma autónoma cuando sea necesario.
Reduce el consumo, no el bienestar
En nuestro país, se consume una media de casi 140 litros de agua al día por persona. Para disminuirlo y, por lo tanto, la factura del agua, podemos instalar grifos monomandos con limitador de caudal o aireadores que reducen el caudal hasta un 50%.
Opta por cisternas de doble descarga, para poder elegir la cantidad de agua que se utiliza en el WC e instala grifos termoestáticos para que salga agua caliente sin dejarla correr.
Disminuye la factura de la luz
Para aprovechar al máximo la luz solar, puedes utilizar motores de persiana o toldos con sensores solares y crepusculares que dejan pasar sol en invierno y evitan gastar energía innecesaria en verano.
Otras opciones son la instalación de detectores de movimiento en zonas de paso o habitaciones infantiles y el uso de bombillas LED.
Mejora de las instalaciones
En muchas ocasiones pagamos de más en el recibo del gas porque nuestra caldera ha quedado obsoleta. Si éste es tu caso, es el momento de cambiarla por una de condensación. Este sistema aprovecha la energía del calor latente contenido en el vapor de agua.
En sistemas de calefacción con radiadores tradicionales se ahorra un 25%.
Vía: Micasa ES
Fuente: Leer Artículo Completo