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Esta semana en Servir y proteger, Miralles regresó a comisaría después de sus vacaciones en Verona. Todo su equipo la recibió con los brazos abiertos. Mientras tanto, Cata se animó a contar a su padre que estaba saliendo con Ismail. Y es que la relación entre ambos se fue fortaleciendo con el paso del tiempo. Aún más, cuando la pareja se desnudó por completo y se lanzó a hablar sobre sus respectivos pasados.
Por otro lado, Vega siguió negociando con Durán su colaboración con la policía. La exinspectora necesitaba a su madre para atrapar al narco, pero la distancia que se había creado entre las dos no ayudó a convencerla. Después de mucho pensarlo, Vega reveló, finalmente, quién era el hombre que metía droga en la cárcel de Cerro Alto.
Horas más tarde, la exinspectora logró reunirse con Lorenzo y esta cita terminó de una forma que nadie esperaba. Vega consiguió salirse con la suya y logró, con bastante esfuerzo, que Lorenzo le diera la dirección del sitio donde guardaba la droga. Todo un alijo para ella sola ¿Qué haría con tal cantidad de sustancias para dar y tomar?
Isme trató de proteger a su amigo usando su puesto de policía
En comisaría, Isma ocultó algo en su investigación acerca del ladrón de bolsos y es que uno de sus amigos estaba involucrado en algunos de estos hurtos. El agente tuvo muchas dudas respecto a Reda, no sabía qué hacer con su amigo, que acabó colocando la mercancía robada en Chollos Galván. Finalmente, tomó una complicada decisión.
Por otra parte, Julia denunció la desaparición de Boi, como vimos en los últimos capítulos de Servir y proteger, y Noemí descubrió que le faltaban 5000 euros de la caja fuerte, lo que despertó sus sospecha, Esta última, se preocupó por lo que contó Isidro a la policía y Fabián descubrió la desaparición de Boi.
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