La Princesa de Gales está teniendo una agenda de lo más apretada. No para de acumular compromisos en este final de año y en su agenda hay anotados eventos de toda índole, desde causas sociales hasta eventos deportivos. Dentro de esta última categoría, Kate Middleton acudió este sábado en solitario al DW Stadium, en Wigan, al norte de Inglaterra para presenciar los cuartos de final de la liga de rugby entre su país y Papúa Nueva Guinea.
Para esta ocasión escogió un estilismo que si bien es muy habitual en ella en cuanto a las piezas escogidas, no lo es tanto por los colores. La esposa del príncipe Guillermo estrenó en esta lluviosa tarde un jersey de cuello alto ajustado al cuerpo de color granate firmado por Gabriela Hearst. Coordinó esta prenda con una falda midi plisada, una de las prendas preferidas de Lady Di, formando un look monocolor. Sin embargo esta última pieza casi quedaba cubierta por completo por el abrigo rojo de paño con botonadura negra en contraste, de Alexander McQueen, que escogió para protegerse de las bajas temperaturas. A estas piezas añadió unas botas altas marrones y unos pendientes de perlas de la firma Kiki McDonough.
No es habitual ver a Kate utilizando una combinación tan arriesgada y vibrante de colores como el rojo y el granate y aquí reside la novedad y el riesgo de este look. A pesar de que suele optar por mezclas más clásicas, como este look monocolor en camel, el rojo y el granate son colores de la misma gama, por lo que, aunque no estamos acostumbrados a verlo, siempre será un acierto combinarlos. De la misma manera ocurre con el rosa y el rojo, que aunque tradicionalmente se ha dicho que es un error combinarlo, en las últimas temporadas hemos visto como varios diseñadores se atreven a trabajar con ellos de manera conjunta, dando lugar a piezas que son un éxito conjunto.
Los abrigos rojos son una de las piezas preferidas del guardarropa de Kate Middleton -con permiso de su abrigo favorito que es azul- y esta prenda de la firma británica no es la única de su colección. El pasado 27 de septiembre lucía una pieza similar, esta vez con la botonadura dorada y sobre un estilismo completamente negro.
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