‘Hermanos’, resumen del último capítulo (25) de esta semana: «Me voy de casa»

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        La semana pasada, en los capítulos de Hermanos, Kadir comenzó a trabajar en una empresa de químicos, que llevó su salud al mínimo, para ayudar a Römer con sus estudios y las consecuencias fueron desastrosas. En el episodio 25 de esta semana en Hermanos, saber que su padre tuvo un hijo ilegítimo y que este es Kaan, colmó la paciencia de Doruk. El chico, que ya no soportaba seguir al lado de su padre, hizo sus maletas y se mudó a casa de los hermanos Eren, aunque su relación con Asiye, ahora mismo, no pasase por su mejor momento. Finalmente, Sengül y Orhan hospedaron al muchacho.

        Nebahat se enteró de dónde estaba viviendo su hijo y habló con Sengül. Amenazó con despedirla si no echaba a Doruk de casa. Pensó que así podrá obligarle a regresar con ellos. Fue entonces cuando a Aybiké se le ocurrió una idea: hacer que Doruk acampase en el jardín. «Tu madre dijo que te echásemos del piso, pero no de la parcela». Mientras tanto, Kadir se recuperaba después del desmayo sufrido a causa de los pesticidas de la fábrica en la que trabajó por unos días y aclaró las cosas con Melisa en relación con Cemilé…o eso creía él.

        Por otro lado, Orhan, tras volver a caminar, recuperó su puesto de gerente en el colegio. En su primer día encontró a Cemilé hablando, amigablemente, con Tolga, y le aconsejó que se alejase del muchacho: «Por su culpa estuve a punto de morir». La chica le agradece su preocupación. A su vez, Nebahat descubrió donde trabaja Suzan y logró que la despidieran. Sin embargo, al darse cuenta de que la culpa de sus desgracias no era de ella, sino de Akif, decidió proponerle una alianza en contra de su marido.

        Akif quiso que su hijo regresase a casa con él

        De nuevo en casa de los hermanos Eren, Emel se enteró de que el boleto que compró y que perdió había sido premiado con 10.000 liras. La niña estaba muy triste. Ömer se presentó en el lugar indicado para reclamar el premio y contó lo qué les ocurrió con el décimo. El organizador del sorteo dijo no poder darles el dinero, porque alguien ya había cobrado el premio la mañana anterior.

        De regreso a su casa, vieron a Akif, con una máquina excavadora, tratando de arrancar la tienda de campaña que Doruk instaló en el jardín. Al meter la pala, se descubrió debajo de la arena un monto de dinero enterrado. Todas las miradas se posaron sobre Sengül.


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