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En los capítulos anteriores de Café con aroma de mujer, Paula presentó su misterioso pretendiente a su familia, mientras Lucrecia buscó pruebas para hundir a Iván y Sebastián se esforzó por encontrar a Gaviota. En el capítulo 31 de hoy miércoles en Café con aroma de mujer, Lucrecia sigue tratando de averiguar quién es la persona con la que Iván le ha estado engañando todo este tiempo. A más pistas tiene, peor es su humor y más le cuesta disimular ante su esposo, quien se da cuenta de que algo ocurre con su mujer, pero ni se imagina de qué se trata. Paula trata de advertirle a su hermano de que debe tener cuidado con Lucrecia, pero él hace oídos sordos.
Por otro lado, el café de don Octavio, que fue puesto en marcha por los empleados, incluido Arthur, ya está listo. Este último, en un intento de olvidarse de Paula para siempre, ha puesto los ojos en Margarita. La recolectora acepta los galanteos y las bonitas palabras del “gringo”, quien se está ganando la enemistad de Aurelio con su forma de ser.
Gaviota comienza a cantar en el local de Danilo
Por otro lado, Gaviota ha encontrado en la cafetería de Diana y Danilo su nuevo hogar. La joven es feliz entre sacos de café y pudiendo cantar por las noches en el local, tal y como hacía en el bar de don Pedro. Parece que su estancia en Nueva York no será tan dura como creía gracias a la ayuda de sus dos inesperados amigos.
Por otro lado, Sebastián, después de enterarse que su madre le prohibió a Aurelio darle a Gaviota su número de teléfono, tiene más claro que nunca que su amada es inocente de todo lo que se le acusa y que su familia conspiró para separarlos. Sin dudarlo ni un momento, llama a doña Julia y le reprocha que se hayan metido así en su vida: «Nunca le diste el beneficio de la duda. Gaviota vino a buscarme sin dinero, sin nada. Y ahora no sé ni donde está ¿Logras entender la dimensión de todo lo que hicieron?».
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