Hablar de tacones cómodos parece todo un ejemplo de oxímoron en el plano estilístico. Después de la pandemia se ha convertido sin embargo en una realidad cada vez más extendida. Bien sea gracias a grandes plataformas o tacones anchos, existen numerosos ejemplos que demuestran que los zapatos de tacón ya no tienen por qué estar reñidos con la comodidad.
La enésima prueba de ello llegó en la más reciente semana de la moda de Milán cuando, a las afueras de los desfiles de la ciudad italiana, las editoras de moda más internacionales optaban por un mismo diseño de zapatos. Los mismos, creados por Prada, mantienen las líneas clásicas de los stilettos más elegantes, contando con puntera en pico (un detalle de lo más favorecedor, ya que alarga ópticamente las piernas) pero cambian el tacón más fino y complejo por una estructura más similar a la que puede encontrarse en las cuñas, que da mucha más estabilidad y reparte el peso del cuerpo haciendo, por tanto, que sea un calzado muchísimo más cómodo.
Además de resultar favorecedor como un stiletto a la vez que mantiene la comodidad de unas cuñas, estos zapatos encajan a la perfección con todo tipo de prendas, desde minifaldas hasta pantalones sastre.
Este híbrido entre cuña y tacón, de marcado acento futurista, ha desencadenado una auténtica revolución marcando tendencia y dando pie a una nueva horma. De hecho, aunque Prada lo haya inventado, estos tacones-cuña han comenzado a aparecer en otras firmas, como Zara, donde han aterrizado en un llamativo color azul.
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