Veronica Blume quiere descubrir los secretos de la música y, para probar suerte en el mundo de la composición, ha decidido ponerse en las mejores manos, la de Zahara, una de las grandes compositoras de la escena nacional. Y es que, gracias a KIA, estamos siendo testigos de cómo personajes de diversos ámbitos abandonan su zona de confort y se lanzan a explorar terrenos inesperados para ellos. De la mano de #Inspira2, ese ‘agujerito’ por donde puedes mirar y descubrir cómo trabajan algunos de los artistas y creadores que más admiras, hemos sido testigos de cómo Najwa Nimri daba sus primeros pasos en el diseño con Palomo Spain o cómo la actriz ayudaba al creador en un momento de bloqueo.
También hemos podido observar cómo Manuel Jabois creaba un menú ‘inmejorable’ de la mano de Diego Guerrero y el escritor ayudaba al chef con la descripción de sus recetas. Pero ellos no han sido los únicos ya que Iván Ferreiro se convertía en una villano de cine gracias a la ayuda de Maribel Verdú y el cantante ayudaba a la actriz a descubrir el mundo de la música. Ahora le toca el turno a Veronica Blume que, para adentrarse en la composición, ha contado con la mejor maestra: Zahara.
La conexión entre Veronica Blume y Zahara fue inmediata. «Tengo muchas ganas de hablar contigo porque mueves algo superfamiliar: ese momento en el que conectas contigo y de qué manera lo expresas» le decía la instructora de yoga a la cantante y, a pesar del temor que sentía, quiso atreverse con algo totalmente nuevo para ella. «Me da muchísimo miedo, pero yo sé que ir donde me da miedo es bueno» comentaba Veronica algo con lo que Zahara se muestra plenamente de acuerdo porque sabe que explorar en el interior «no te hace daño».
Entre sintetizadores, teclados y máquinas de mezclas, Veronica Blume y Zahara se dejan llevar por el ritmo, siguiendo la intuición y sin reglas que las encorseten. «Es entrar en los sonidos, entrar en los beats, olvidarme de dónde estoy…», le comenta la cantante a la modelo que tiene claro qué quiere crear: «Algo que me haga vibrar a mí», explica. Su viaje de inspiración empieza en una tienda de música donde la compositora le recomienda a Veronica que busque sus sonidos y trabaje con ellos. Tras un trabajo en equipo, Blume se decanta por los sonidos del yoga: la esterilla, los bloques, la respiración y, desde ahí, de la mano de Zahara, comienza a componer un tema.
«Después de muchos años profundizando en una técnica hay momentos en los que uno se piensa que no te va a sorprender nada porque sabes mucho, y lo bonito que es darse cuenta de que hay tanto más para aprender», asegura Veronica Blume. «Hay diferentes lenguajes para aprender a conocerte y descubrirte; para mí ha sido la música. Se me han abierto los sentidos y veo música en todas partes», añade feliz con su descubrimiento. Y es que, gracias a los sonidos de su vida y con la guía de Zahara, ha conseguido dar forma a un tema de música electrónica. «Gracias, Zahara, por guiarme en este descubrimiento de la música», son las palabras de Blume a la cantante tras conseguir su objetivo. ¿Las veremos juntas en un escenario?
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