Cuando se dio a conocer el romance entre Isabel Preysler, la reina de corazones por excelencia, y Mario Vargas Llosa, todo tipo de especulaciones se volcaron sobre la nueva y sonada pareja. Era febrero de 2015 y desde entonces, ambos han paseado su amor por el mundo deshaciéndose en halagos mutuos cada vez que un periodista preguntaba por su relación. «Se disfruta de una forma diferente, pero la intensidad es exactamente igual», contaba Isabel Preysler en una de sus entrevistas más íntimas, concedida en 2017 a Harper’s Bazaar (vídeo).
Entonces, la pareja le abría las puertas de su casa en Puerta de Hierro al equipo de esta cabecera para hablar de su ilusión, de ese amor recién estrenado que, como el de dos adolescentes, se forjaba entre admiración y mucha pasión. «Ahora las noches son mucho más tranquilas, mucho más sosegadas, en un ambiente que está muy marcado por la personalidad de Isabel. Me he acostumbrado mucho a tener esa vida mucho más tranquila, más disciplinada y creo que tengo más tiempo para leer», contaba entonces Mario Vargas Llosa.
«Su inteligencia me llamó mucho la atención, por supuesto. Es un hombre de muchísimo mundo, que eso es también muy enriquecedor… su buen humor siempre. No tiene precio tener una persona al lado con buen humor», le respondía en 2017 una Isabel siempre discreta y elegante pero con ganas de contar al mundo que volvía a estar enamorada.
Desde entonces, la pareja ha mantenido siempre la discreción que tanto le gusta a Isabel Preysler. Mucho se les ha podido ver juntos en diferentes actos a lo largos de estos casi ocho años de noviazgo, pero pocas han sido las declaraciones sobre su vida en pareja. Con un «estamos bien», era suficiente.
Hoy, la revista Hola! ha sido la encargada de dar la noticia: «Mario y yo hemos decidido poner fin a nuestra relación definitivamente». Según recoge la publicación, Isabel Preysler ha sido quien ha comunicado telefónicamente la situación de la pareja que, al parecer, vivía en casas separadas desde principios de diciembre. En cuanto a los motivos, los celos podrían haber sido el detonante para la ruptura definitiva de la pareja.
Con esta separación, y tras la ruptura de Tamara con Iñigo Onieva, sin duda estas Navidades van a ser algo diferentes en la casa de Isabel Preysler, aunque lo harán como más les gusta, rodeadas de su gran familia.
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