Exfoliar la piel es uno de los básicos en nociones de belleza. Es prácticamente la primera norma beauty que aprendemos junto a la máxima de hidratar la piel. Y aunque hay exfoliantes de todos los tipos y cada vez son más las variantes de este producto que salen a la luz, tendemos a utilizar esos granulados, que tienen efecto peeling y dan sensación de arrastrar mejor la suciedad. Pero, a pesar de que estos funcionan, eliminan las células muertas para que la piel se regenere y eliminan la suciedad, no están siendo tan beneficiosos para la piel como creíamos, al menos no a largo plazo.
«Cuando se usan exfoliantes mecánicos, es decir, que hacen el proceso de peeling por el propio juego de las manos contra la piel, hay que tener mucho cuidado. Lo primero que deberemos analizar es que sean de grano uniforme, evitando los de sales, arenas o azúcares, que pueden rasgar, literalmente, la piel. Son siempre mejores aquellos cuyos gránulos son esferas perfectas, lo que se consigue, por ejemplo, con los vegetales, pudiendo moldear granos sin aristas, como es el caso de los exfoliantes que cuentan con bambú o jojoba», explica Bella Hurtado, directora técnica de la firma Aromatherapy Associates.
Y es que, tal y como apunta Raquel González, directora de educación de Perricone MD, según confirmaba el doctor Nicholas Perricone «este tipo de peeling no deja de ser una agresión para el tejido. Es cierto que ayuda a eliminar las células muertas y a corto plazo mejora su aspecto, pero la fricción provoca una inflamación celular que el usuario no puede controlar.»
Pero no solo dañan la piel «arañándola», sino que también, en contra de promover su regeneración hacen que esta envejezca más rápido: «Llevamos años analizando que la piel envejece a mayor velocidad cuando la inflamación de sus células se acelera, y esto ocurre por múltiples motivos: una mala alimentación rica en azúcares, estrés, o agresiones directas como son este tipo de peelings«, concluye Raquel González.
Por eso, lo mejor es sustituir los peelings granulados y mecánicos por otros químicos, enzimáticos, que no eliminan la suciedad y las células muertas mediante arrastre. Estos pueden usarse hasta diariamente si fuera necesario y no una o dos veces por semana como los más tradicionales. Todo depende de los ingredientes con los que se formulen: «Hay ingredientes más agresivos y otros más suaves. Los peelings con enzimas de papaya, por ejemplo, tienen menor impacto para la piel, igual que aquellos que usan bajos niveles de ácidos mandélico o láctico. Cuando los niveles de los ácidos ascienden, no significará que no los debamos usar, sino que no deberemos acudir a ellos todos los días y esto vendrá siempre perfectamente indicado en las instrucciones de cada producto», indica Estefanía Nieto, especialista de Omorovicza.
En esta línea, lo más indicado cuando se busquen exfoliantes que podamos usar diariamente, deberemos acudir a los tónicos, que suelen incluir una cantidad justa de ácidos para ir mejorando la piel día a día sin causar irritación ni inflamación.
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