Sufrir caída capilar o ver que el cabello pierde volumen es una realidad que en muchas ocasiones pueden producir estrés. Sin embargo, se trata de una realidad más común de la que podíamos llegar a imaginar y famosas como Jada Pinkett Smith, Naomi Campbell o Holly Willoughby han hablado en los últimos años de sus propias experiencias.
Por tanto, para ayudarte a identificar los principales problemas que podrían estar detrás de la caída capilar hemos consultado con expertos que además nos ayudarán a descubrir los mejores métodos para evitar y contrarrestar el problema.
1. Alopecia por tracción
«La alopecia por tracción es la caída capilar provocada por una tensión repetitiva en el folículo piloso que compromete su capacidad para producir y mantener un cabello largo, fuerte y sano», explica la tricóloga Nicola Smart. «En última instancia, las prácticas de peluquería son las culpables: las coletas apretadas, las trenzas, los postizos de clip y los tejidos, entre otros. Cuanto más se maltrate el folículo, más probabilidades hay de que se debilite, ralentizando e impidiendo el flujo sanguíneo y de nutrientes al bulbo y al tallo piloso». El resultado son mechones finos y esponjosos o zonas de cabello escasas.
Por ejemplo, las mujeres afroamericanas corren especial riesgo porque son «más propensas a expresar, celebrar y acentuar su belleza con estilos y diseños intrincados», dice Smart, y «debido a la fragilidad de los tipos de cabello africano por la forma elíptica de su folículo, este tipo de peinado puede prestarse a la caída del cabello”.
¿La solución para la caída del cabello? Conoce tu pelo
«Infórmate sobre cuál es tu tipo de pelo para conocer mejor sus límites», aconseja Smart. «Conoce bien sus características físicas, como la densidad (cuántos pelos/folículos tienes) y el diámetro (lo grueso que es). También analiza cómo se comporta, por ejemplo, cuáles son sus niveles de porosidad y elasticidad. Al conocer mejor tu pelo, puedes aprender a evitar hacer cosas que no le convengan. A continuación, ten en cuenta cómo manejas el cabello, es decir, una vez recogido en la coleta, aflójalo una última vez para asegurarte de que no está demasiado tirante y evita hacer peinados complicados cuando tengas prisa», continúa Smart. «Insiste en que las trenzas, extensiones y tejidos se instalen sin apretar y, si están demasiado apretadas, retíralas sin dudarlo. Resiste la tentación de «encrespar» constantemente el pelo para fijarlo en un peinado y, por último, cámbialo». Uno de los principales problemas de la tracción es la tensión repetitiva, así que intenta evitarla variando de estilo”, concluye.
2. Alopecia Cicatricial Centrífuga Central (CCCA)
CCCA, que significa alopecia cicatricial centrífuga central, es otro tipo de pérdida de cabello, especialmente común en los tipos de cabello afroamericanos, que tienden a presentarse como un patrón circular gradual de adelgazamiento en la coronilla de la cabeza. Esto es lo que parecía describir la actriz Viola Davis cuando habló de su propia lucha contra la caída capilar, al contar a la revista Vulture que se despertó con una «gran mancha de calvicie en la parte superior de la cabeza».
Es probable que exista un componente genético, pero la predisposición se ve exacerbada por el uso tradicional de herramientas de calor como las planchas, tenacillas o los secadores, productos químicos y las tensiones producidas por las trenzas y las extensiones. La CCCA puede provocar la caída permanente del cabello, debido a la cicatrización del folículo piloso, por lo que es necesario tratarla y reducir los peinados rápidamente una vez identificada.
¿La solución? En primer lugar, cambiar de peinado
Si tienes el pelo muy fino o zonas poco pobladas, la forma de llevarlo puede ayudar a minimizar su aspecto. «En general, si tienes el pelo fino, no lo dejes crecer demasiado», sugiere el peluquero Neil Moodie. «Cuanto más largo, más débil se vuelve el pelo, por lo que tiende a parecer lacio, desordenado y poco sano. En lugar de eso, céntrate en crear capas dentro del peinado que sean más cortas, para conseguir un poco más de altura. Pero no recomiendo las capas muy cortas, porque pueden resaltar la finura del pelo”, añade.
En lo que respecta al pelo fino, menos resulta ser siempre más. Puede que creas que usar muchos productos voluminizadores te ayudará, pero en realidad puede poner de manifiesto lo fino que es tu pelo al levantarlo. En su lugar, reduce al mínimo el peinado y céntrate en añadir hidratación en tu rutina para mantener la elasticidad del cabello. Además, si crees que sufres caída capilar, prueba a cambiar la raya o utiliza un producto con color, como Root Cover Up de Color Wow, para rellenar los huecos. Y habla con tu médico de cabecera si te preocupa la caída excesiva del cabello.
3. Factores relacionados con el estrés y el estilo de vida
El estrés puede afectar a casi todos los aspectos del bienestar físico y mental, y el cabello no es una excepción. Las circunstancias estresantes aumentan los niveles de cortisol –la hormona del estrés– en el cuerpo, lo que desencadena la respuesta natural de «lucha o huida». Esto, a su vez, «afecta negativamente al ciclo de crecimiento del cabello«, afirma la tricóloga Anabel Kingsley, ya que canaliza los recursos del cuerpo hacia otros lugares (los músculos y el cerebro, por ejemplo) y «afecta a la absorción de nutrientes, altera los niveles hormonales y repercute en la salud del cuero cabelludo». Puede provocar una caída capilar conocida como efluvio telógeno, en la que se interrumpe el ciclo normal de crecimiento y caída del cabello, haciendo que haya menos pelo en la fase de crecimiento y más en las fases de reposo y caída. En este caso, una vez abordados los factores del estilo de vida que provocan el estrés, el organismo debería recuperarse de la alteración por sí solo.
Los cabellos finos también pueden ser un signo de deficiencia de hierro, vitamina D y B12, o de falta de proteínas en la dieta. Esto último es especialmente importante, ya que la queratina es la proteína que da fuerza y estructura al cabello, por lo que las personas que siguen una dieta vegetariana y/o vegana pueden notar que su pelo pierde volumen y brillo si no tienen prestan especial cuidado a su alimentación –siempre y cuando no se complemente bien la dieta–.
¿La solución? Priorizar la salud y probar suplementos que ayuden a evitar la caída capilar
Además de reconocer los momentos de estrés en tu vida, cambiar tu dieta para asegurarte de que contiene suficientes proteínas y hierro puede ayudar tanto a tu salud como a tu pelo, al igual que añadir más aceites omega-3 (presentes en pescados grasos como el salmón y semillas como la chía y el lino) a tus comidas. Comprueba si tienes carencias con un análisis de sangre a través de tu médico de cabecera, y céntrate en obtener los nutrientes mencionados a través de la alimentación ante todo, pero ten en cuenta que los suplementos también pueden ser útiles, como los Suplementos para el Crecimiento del Cabello de Viviscal. «Siempre noto que el pelo crece mucho más sano después de que las mujeres los tomen», dice Moodie, «así como un ligero aumento de la velocidad de crecimiento del cabello y una reducción de la caída. Ha permitido a mis clientas hacer crecer su cabello hasta longitudes que eran incapaces de alcanzar.”
4. Enfermedad o problema de salud
Hasta el 80% de la caída permanente del cabello se debe a factores genéticos, por lo que merece la pena hablar consultar con tus familiares para saber si el adelgazamiento del cabello es habitual en la familia, por ejemplo en forma de caída del cabello de patrón masculino o femenino. En algunos casos, sin embargo, la caída del cabello es el resultado de una afección médica, como la alopecia areata, causada por un trastorno autoinmune. Es importante destacar que esto es diferente de la alopecia por tracción explicada anteriormente.
Recientemente, también se ha establecido una relación entre el coronavirus y la caída del cabello. Una encuesta realizada por el Instituto de Tricólogos del Reino Unido (IoT) –un organismo profesional para quienes tratan trastornos del cabello y el cuero cabelludo– descubrió que el 79% de sus miembros habían visto casos de «pérdida de cabello post-Covid» en sus clínicas. Eva Proudman, tricóloga consultora y presidenta de la IoT, explica a The Guardian que esto puede deberse a las altas temperaturas y a la pérdida de apetito, síntomas del virus, que provocan una caída excesiva y temporal del cabello. Sin embargo, el estrés inducido por la pandemia también podría haber causado muchos casos de efluvio telógeno, como se ha señalado anteriormente.
¿La solución? Consultar a un especialista
Merece la pena consultar a su médico si tiene dificultades para identificar la causa del debilitamiento del cabello o si la pérdida de cabello es cada vez mayor. De este modo, no sólo podrá hablar de su estado de salud general e identificar sus niveles hormonales y de estrés, sino que también recibirá el asesoramiento de un experto para saber si la causa es más grave.
5. Embarazo y menopausia
Los cambios hormonales del embarazo no sólo afectan a la piel, sino también a la calidad del cabello. Durante el embarazo, el brillo que parece tener tu cutis se refleja en lo brillante y espeso que tiende a ser el cabello. Por desgracia, después del embarazo puede parecer que se cae a un ritmo sin precedentes. Una vez más, se debe al efluvio telógeno, por el que los cabellos que se mantenían en la fase de crecimiento pasan de golpe a la fase telógena (caída), lo que provoca una caída considerable.
Los cambios hormonales de la menopausia también pueden provocar la caída del cabello. «Con la edad, casi todo el mundo sufre alguna caída y el ritmo de crecimiento del cabello se ralentiza», explica Moodie. «Las hebras se vuelven más pequeñas, tienen menos pigmento y muchos folículos pilosos dejan de producir nuevos cabellos. Así, el pelo grueso y áspero de un adulto joven acaba convirtiéndose en un cabello fino y claro». Este proceso se acelera en las mujeres perimenopáusicas, en las que la consiguiente caída de las hormonas femeninas –especialmente los estrógenos, esenciales para favorecer el crecimiento del cabello–, unida al aumento de la testosterona, puede hacer que el pelo se debilite y no se regenere.
¿La solución? Mantener la calma
Es fundamental comprender que este proceso de crecimiento y caída es en parte una ilusión. Las hormonas aumentan durante el embarazo, lo que afecta al ciclo de crecimiento del cabello retrasando su caída. Esto significa que el pelo que perderías de forma natural cada día se acumula, dando lugar a un cabello aparentemente más grueso. Cuando las hormonas vuelven a la normalidad, el ciclo de caída del cabello se reinicia, haciendo que experimentes lo que parece una caída importante, pero que en realidad es una acumulación de los últimos nueve meses.
Incluso cuando la caída del cabello es más permanente –lo que está relacionado con el envejecimiento y la menopausia– es probable que los periodos de caída acelerada del cabello durante este periodo se calmen y se vuelvan manejables, al igual que ocurre con los demás síntomas del proceso.
6. Uso excesivo de herramientas de peinado
El uso excesivo de herramientas de peinado calientes, como el secador, las tenacillas y las planchas, puede resecar el cabello, hacerlo más propenso a la rotura y, en consecuencia, a la caída, sobre todo si se utilizan a diario. Esto se debe a que cuando se aplica calor fuerte y seco al cabello, se debilita el tallo capilar. El cabello seco y encrespado provocado por el calor también puede resultar más difícil de peinar, pero hacer frente a este efecto secundario utilizando las herramientas térmicas con más frecuencia, sólo agravará el problema en lugar de solucionarlo.
¿La solución? Controlar la temperatura y reducir el uso
«Recomiendo encarecidamente a todo el mundo que utilice herramientas térmicas para el cabello que tengan un indicador de temperatura, para poder bajarla», dice Moodie. «De este modo, el tallo del pelo sufrirá menos estrés». El secador Helios de Ghd y el Supersonic de Dyson son dos buenos ejemplos, mientras que evitar pasar por la misma sección de pelo con un par de planchas o rizadores de temperatura controlada también puede ayudar a minimizar el daño. También se debería duplicar la protección utilizando un spray de defensa contra el calor y secarse el pelo con una toalla suave antes de utilizarlas para minimizar el tiempo de uso.
7. Teñirse en exceso
Teñirse el pelo con demasiada frecuencia, sobre todo si se utiliza decolorante, también puede provocar la caída capilar. «Cuando el pelo se procesa en exceso», explica Moodie, «generalmente se parte y se rompe debido a que los productos químicos lo han dañado durante demasiado tiempo. Esto hace que el pelo pierda por completo su elasticidad». El pelo que ha sido teñido en exceso suele estar seco y con aspecto de paja, con capas entrecortadas y desiguales y falta de volumen causada por los mechones que se han roto, lo que también puede hacer que el adelgazamiento sea más evidente.
¿La solución? Tomarse un descanso
Si te tiñes y te peinas con frecuencia, prueba a dejar estos hábitos durante un mes para ver si son la causa principal de la caída capilar. La coloración semipermanente o las técnicas de mechas y balayage también pueden ser menos agresivas para tu cabello, así que consulta con un peluquero antes de tu próxima cita para ver qué opciones existen. Los tratamientos acondicionadores, como Elasticiser de Philip Kingsley y Don’t Despair, Repair! Deep Conditioning Mask de Briogeo también pueden ayudar a mejorar el estado de tu cabello después de una visita al colorista, ya que lo mantienen realmente hidratado, así que acostúmbrate a utilizarlos una vez a la semana.
8. Cepillado agresivo
Cepillarse el pelo a fondo estimulará el cuero cabelludo, lo que puede favorecer el crecimiento del cabello. Por tanto, es importante no saltarse este paso de la rutina de cuidado capilar. Sin embargo, debes ser suave. Si tiendes a tirar del pelo o a oír ruidos de desgarro mientras lo cepillas, es probable que estés aplicando demasiada presión o peinando de forma incorrecta, lo que provocará roturas y falta de crecimiento del cabello. Lo mismo ocurre si tiendes a cepillarte el pelo nada más salir de la ducha, ya que el cabello es más frágil cuando está mojado.
¿La solución? Hacer uso de las herramientas adecuadas
«Busca un cepillo con púas redondeadas de plástico y una base acolchada y ventilada», como el cepillo Philip Kingsley Vented Paddle Brush, sugiere la tricóloga Kingsley. Esto te ayudará a desenredar el pelo y te permitirá controlarlo sin necesidad de aplicar demasiada fuerza. También debes peinarte siempre desde las puntas, sujetando el pelo con las manos para evitar tirones, y luego ir subiendo poco a poco. Si tienes dificultades, utiliza un spray desenredante (y valora si necesitas más acondicionador en la ducha) junto con un peine de púas anchas para minimizar las roturas.
Esta técnica puede ser especialmente útil para el pelo rizado que tiende a encresparse cuando se cepilla demasiado, ya que puedes contrarrestar los nudos y enredos que causan la rotura sin comprometer tu estilo. Un champú y un acondicionador hidratantes, como los de la gama GrowMe de Waterman, también ayudarán en el proceso.
9. Un cambio de estación
«Tanto el verano como el invierno pueden ser muy perjudiciales para el pelo y la mayoría de los problemas tienen que ver con la hidratación. Durante los meses de verano, el sol y el agua pueden ser perjudiciales y provocar la decoloración, la aparición de puntas abiertas y una textura quebradiza y seca. Entrar y salir de una piscina con cloro puede eliminar el color y los tratamientos del cabello y hacer que parezca apagado y deshidratado», añade Moodie.
«Las investigaciones también han descubierto que la caída del cabello puede ser estacional en algunas personas», continúa Moodie. «Alrededor del 10% del cabello de una persona puede entrar en una fase de reposo en la que el pelo se cae. Al parecer, las mujeres experimentan tasas ligeramente superiores de caída del cabello durante el mes de julio, lo que, a su vez, hace que el pelo se caiga a mediados de octubre o noviembre.»
¿La solución? Cortarse el pelo durante las vacaciones
«Siempre es mejor hacerse un recorte antes del verano», recomienda Moodie. «El sol dañará el pelo que ya está seco, así que elimina esas puntas muertas. Rocía un poco de agua en tu pelo antes de meterte en la piscina o en el mar, ya que añade una capa extra de recubrimiento. Así, cuando vayas a nadar, tu pelo no absorberá el 100% del agua clorada».
Recortar el pelo con regularidad también lo mantendrá más sano en general, ya que cuanto más tiempo pase entre un corte y otro, más probable es que se parta y se rompa, sobre todo en las puntas. Esto puede hacer que el pelo fino lo parezca aún más, mientras que domar las puntas incluso con un «corte invisible» puede garantizar que tu pelo tenga un aspecto más sano.
Vía: Harper’s BAZAAR UK
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