El trabajo principal de las hormonas del estrés es ayudar a tu cuerpo a lidiar y responder ante situaciones estresantes. Sin embargo, cuando estas aumentan y, por tanto, los niveles de dichas hormonas en tu cuerpo son demasiado altos, tu salud puede verse perjudicada. Por eso es importante tenerlas localizadas y saber cómo conseguir que su actuación no se prolongue innecesariamente en situaciones denominadas de “estrés crónico”.
¿Cuáles son las principales hormonas del estrés?
Adrenalina
“Aumenta el ritmo cardíaco, la presión arterial y el suministro de energía”, explican los expertos. Es, entonces, la responsable de nuestras reacciones inmediatas cuando nos sentimos estresados: su propósito es ayudar al cuerpo a escapar de una situación peligrosa. Se produce en las glándulas suprarrenales cuando nuestro cerebro percibe un contexto estresante.
Cortisol
“Se libera para permitir que el cuerpo se concentre en una situación estresante. Aumenta el azúcar en el torrente sanguíneo y suprime los procesos que no son esenciales de inmediato, como el digestivo, el reproductivo o el crecimiento”, aseguran los expertos. El cortisol también se produce en las glándulas suprarrenales después de que lo haga la adrenalina.
¿Cómo afectan las hormonas del estrés a nuestro cuerpo?
Aunque la sensación de estrés sea reconocida por todos, puede tener un efecto mucho más negativo en nuestra salud si persiste. Si el estrés es continuo, la sobredosis de cortisol en nuestro cuerpo hará que se supriman muchas funciones corporales pudiendo llegar a desarrollar varios problemas de salud: como insomnio, depresión, ansiedad, hipertensión, pérdida de memoria o aumento de peso.
¿Cómo se puede reducir el efecto de las hormonas del estrés de forma natural?
La alimentación
“Hay ciertos alimentos que pueden reducir los niveles de cortisol: yogur, chocolate negro, kiwi, pera, espárrago, té verde, batata y plátano”, confirman los expertos. Por ello, una alimentación consciente ayudará a reducir los niveles de estrés.
La actividad física
“Los de respiración profunda y meditación para suprimir la segregación de adrenalina. Y un ejercicio físico moderado a largo plazo para reducir el cortisol”.
El sueño
“La falta de sueño conduce a niveles más altos de cortisol. Asegúrate de limitar la cafeína y la exposición a luces brillantes para reducirlo”.
La diversión
“Los estudios han demostrado que la risa y la relajación reduce también los niveles de cortisol”.
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