Carlota Casiraghi y el vestido que funciona con 20 y con 60 años

Carlota Casiraghi y el vestido que funciona con 20 y con 60 años

Si hay un tejido que Carlota Casiraghi ha llevado en casi todas sus versiones ese es el tweed. La hija mayor de Carolina de Mónaco, además de ser embajadora de Chanel, es una de las royals que mejor ha reinterpretado el legado de Coco en pleno siglo XXI. La hemos visto con infalibles chaquetas de tweed combinadas con vaqueros, con conjuntos de dos piezas e incluso con vestidos cortos en este tejido. Ahora, Carlota ha apostado por el vestido de tweed de invitada que funciona a los 20 y a los 60 años.

La princesa tenía este fin de semana una cita cultural muy especial: el estreno de Los tres mosqueteros: d’Artagnan, adaptada de la novela de Alexandre Dumas y dirigida por Martin Bourboulon. Una ocasión para la que Carlota optó por el color con el que nunca falla, el negro, eligiendo un abrigo vestido de la colección de Alta Costura de Chanel Otoño-Invierno 2019, sin duda una de las colecciones favoritas de las Grimaldi, pues Carolina de Mónaco atesora varias piezas de esa temporada.

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Carlota Casiraghi lució una prenda confeccionada en tweed con la silueta más favorecedora y que sienta bien a cualquier edad: un vestido largo prácticamente recto, con cuello subido, bolsillos de plastrón y botones joya. La princesa lo combinó con unos zapatos clásicos slingback en color negro y un bolso negro de cadena. En cuanto al look beauty, la princesa dejó su melena suelta y aportó color al estilismo con unos labios rojos.

El vestido largo de tweed que funciona a los 20 y a los 60 años

Una de las claves para que el look escogido por Carlota Casiraghi funcione bien a cualquier edad es la silueta. La princesa ha escogido un patrón de vestido recto que es fácil de llevar, que no marca ninguna zona concreta del cuerpo y que es especialmente cómodo.

Además, su largo por encima del tobillo permite combinarlo con facilidad con calzado cómodo, ya sea unos zapatos de tacón sensato e incluso unas bailarinas doradas, las favoritas de las francesas y del street style que no pueden faltar en el armario de primavera.




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