La cuenta atrás para la coronación de Carlos III el 6 de mayo ya ha empezado, pero la cita más importante del nuevo monarca no es lo único que genera noticias en los círculos royal. La última polémica entre Kate Middleton y Meghan Markle es la encargada de ocupar titulares a menos de dos semanas para el gran evento, y es que la ausencia de Meghan ha resucitado el enfado de Kate Middleton cuando murió Isabel II.
Según recoge el Daily Mail, el biógrafo Robert Jobson, autor de Our King, cuenta que la princesa de Gales tuvo que quedarse en Windsor cuidando a sus hijos y no pudo ir a Balmoral junto al resto de miembros senior de la familia real a despedirse de Isabel II. El motivo fue garantizar que el príncipe Harry no tuviera una excusa para llevar a Meghan Markle a Balmoral, teniendo en cuenta lo tensas que estaban las relaciones entre la duquesa de Sussex y el resto de la familia.
Según ha contado Jobson, fue Carlos III el encargado de decidir que solo los hijos y nietos de la reina Isabel II, sin sus cónyuges, tendrían la oportunidad de estar junto a la reina los momentos previos a su muerte, aunque Sophie de Wessex no cumplía ese criterio y sí pudo estar junto a ella. Los expertos royal interpretan que era una manera discreta de reflejar que Meghan no era bienvenida en esa situación.
Kate Middleton quería estar allí, y tener la oportunidad de acompañar a Isabel II en sus últimos minutos, pero Carlos no podía decirle a Harry que no llevara a Meghan, así que le pidió a Kate que no fuera para no generar una desigualdad de trato entre ambas. Esa decisión apartó a Kate del resto de la familia y, con el tiempo, no ha hecho sino generar resentimiento hacia Meghan Markle.
Este asunto ha vuelto a la actualidad tras conocerse que Meghan ha decidido no acompañar a su marido a la coronación de Carlos III. El motivo que argumenta la pareja es que ella se quedara en California cuidando de sus hijos y celebrando el cuarto cumpleaños de Archie, que coincide con el día de la coronación.
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