El pelo rizado siempre ha estado rodeado de tabúes y se han intentado controlar, especialmente en las esferas laborales. Pero ahora, afortunadamente, el pelo rizado empieza a expresarse tal y como es. Por eso también cada vez surgen más tendencias por y para él. Como la última en lo que a tintes o mechas se refiere: el curlyage.
¿Cómo se consigue el ‘curlyage’?
El curlyage, en lo que a aplicación se refiere, es igual que el balayage tradicional, es decir, consiste en repartir mechas más rubias o doradas a mano alzada para que queden muy naturales, como si fueran matices del propio pelo.
«Sin embargo, en el cabello rizado la colocación de estos reflejos es totalmente personalizada y se centra en proteger la integridad de los rizos. Hay que tener en cuenta, además, que la luz se reflejará de manera diferente en un cabello liso que en un cabello texturizado. Esto hace que la aplicación personalizada de estos reflejos sea tan importante», señalan desde la firma Salvatore Cosmetics.
«Para realizar la técnica curlyage es importante tener en cuenta la densidad del cabello, la elasticidad y la porosidad del mismo. Estos tres factores son esenciales ya que determinan dónde y cómo se colocarán los reflejos, además de decidir qué nivel o fórmula de aclarador se utilizará. Es importante analizar de manera personalizada cada melena para asegurarnos que el cabello tenga un color seguro sin dañar el patrón de los rizos«, añaden.
Para hacerse el curlyage habrá que acudir a la peluquería o a un salón especializado ya que, si ya es complicado hacer un balayage en pelo liso para que el color no quede demasiado intenso y quede repartido de forma natural, en un pelo rizado, que es aún más abundante, la cosa se complica.
¿Cómo se mantiene el ‘curlyage’?
Toda decoloración hace que el pelo se seque un poco, por lo que habrá que mantener la melena bien hidratada y brillante de por sí, porque, sino, el pelo deshidratado arruinará el resultado del curlyage.
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